La deserción en Guatemala de cuatro karatecas cubanos, reabre una interrogante surgida desde el instante mismo en que triunfó la Revolución en Cuba, en 1959: ¿Por qué se escapan los mejores atletas de ese país?
El Político
Los karatecas, Darían Díaz, Yaidel Hernández, Sunilda Ventosa y Gerardo Almenares, se preparaban a cumplir "una base de entrenamiento" en las ciudades de Escuintla y Mazatenango, con miras a participar los Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador de 2023.
No los frenó en su huída ni siquiera el hecho de que el viaje del equipo lo financió el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Guatemalteco. Fueron $ 11.186,12 para que los deportistas cubanos pudieran cubrir los costos del boleto aéreo, alimentación, hidratación y seguro de viaje.
En marzo de este año la karateca cubana Elisabet Vasallo había advertido que esta disciplina estaba en "decadencia".
"Durante mucho tiempo se han destruido generaciones de karatecas del alto rendimiento, atletas con talento y condiciones especiales", denunció a través de sus redes sociales.
Ni Fidel Castro pudo frenar la deserción
La primera decisión “deportiva“que tomó Fidel fue eliminar el “profesionalismo”. Todos los atletas pasaron a ser amateurs, no ganarían sumas fabulosas, no se corromperían, y Cuba sería una potencia de primera magnitud en las competencias internacionales.
Lo consiguieron en algunas disciplinas, como el boxeo, el béisbol y el atletismo. Pero ello privó a destacados deportistas de hacer carreras, y, por que no, dinero en otras latitudes, principalmente Estados Unidos y Europa.
Como era de suponerse, en seguida comenzó la deserción. Por lo que en las delegaciones cubanas, aparte de entrenadores y personal técnico, viajaban grupos de inteligencia o policiales, cuya única función era vigilar para impedir que los atletas se escaparan, en barcos, lanchas o por cualquier vía.
Ante la magnitud del problema, Fidel Castro proclamó una famosa amenaza cuando se produjo la deserción del boxeador de élite Guillermo Rigondeaux, bicampeón olímpico y mundial en los 54 kg.
"El atleta que abandona su delegación es como el soldado que abandona a sus compañeros en medio del combate".
Imposible detener la deserción
Si bien se frenó la salida de Teófilo Stevenson, su mejor boxeador de peso completo, y de quien se esperaba un encuentro con Mohamad Alí, todas las disciplinas vieron como sus mejores representantes se iban y se convertían en estrellas en grandes Ligas.
Luego del colapso soviético y la llegada de la crisis de los noventa —el Período Especial— aumentó la fuga de atletas cubanos en eventos internacionales. Lo que fue inicialmente un fenómeno eventual, casi raro, un goteo, es ahora un aguacero que las autoridades deportivas cubanas no saben cómo detener.
Casos del Duque Hernández, su hermano Liván, Youleki Gourriel, así como equipos enteros de boxeo o de atletismo.
Las 10 deserciones más impactantes
- René Arocha: serie amistosa frente a EEUU (Miami, 1991)
- Cinco peloteros: copa de Clubes Campeones (México, 1996)
- Orlando "El Duque" Hernández: salida ilegal por mar hacia los Estados Unidos (1997)
- José Ariel Contreras: Serie de las Américas (México, 2002)
- Los hermanos Gourriel: Serie del Caribe (República Dominicana, 2016)
- César Prieto: Torneo Preolímpico de las Américas (Estados Unidos, 2021)
- Gillermo Rigondeaux y Erislandy Lara: Juegos Panamericanos (Brasil, 2007)
- Cinco futbolistas: eliminatoria para la Copa del Mundo Brasil 2014 (Canadá, 2013)
- Cuatro futbolistas: Copa Oro de la Concacaf (Estados Unidos, 2019)
- Quince jugadores de hockey sobre césped: Juegos Panamericanos (Toronto, 2015)
Los sueldos miserables que no les alcanza para comer dignamente, ha sido y es el motivo de que los atletas se vean precisados a escaparse, corriendo todos los riesgos, pero en busca de una vida más digna.
Fuente: Agencias