Cuba inició el pasado martes la cosecha de azúcar 2016-2017 en la fábrica "Harlem" de la provincia occidental de Artemisa, a la que se sumarán otras 53 centrales encargadas de la molienda antes de finalizar este año con el objetivo de elevar la eficiencia de esa industria.
El Grupo Empresarial estatal Azcuba, que dirige el sector en la isla, ha previsto para la próxima zafra crecimientos de un 27 % en los volúmenes de cosecha de caña y un 45 % en la producción.
En esta cosecha comenzarán a operar las fábricas capaces de moler la caña de azúcar durante más de 140 días y el resto arrancará en diciembre, con el propósito de terminar la producción a mediados de abril del año próximo, según las proyecciones anunciadas por Azcuba.
La producción de azúcar en Cuba decreció en un 19 por ciento en la zafra 2015-2016, lo que rompió la tendencia al alza que experimentaba el sector desde 2010.
Ese descenso en los resultados productivos en la anterior cosecha se debió principalmente a los efectos de la climatología en la molida y calidad de la caña, y al tiempo perdido en la industria y la cosecha, de acuerdo a las valoraciones de directivos del grupo empresarial.
La industria del azúcar fue en otros tiempos la locomotora económica de Cuba, pero a partir de los años noventa del siglo pasado, coincidiendo con la caída del bloque soviético, sufrió una drástica baja productiva que la llevó a tocar fondo en la zafra 2009-2010, cuando se registró la peor producción en 105 años, con tan solo 1,1 millones de toneladas.
Azcuba intenta reanimar el sector y con ese propósito se ha fijado para la nueva zafra 2016-17 lograr un incremento del 15 por ciento en relación con el plan de la pasada.
Con información de EFE
