Una vez más la penumbra abraza la vida de todos los cubanos. La isla caribeña ha quedado sin servicio eléctrico.
Gustavo Márquez / El Político
El paso del huracán Ian, con categoría 3, golpeó sin piedad a la isla de Cuba, dejando tras su paso la destrucción y las falla total del servicio de electricidad, en todo su territorio.
La red eléctrica de la isla sufrió daños severos. Igualmente, los destrozos en la infraestructura son considerables. Árboles, puentes, postes eléctricos, tejados de viviendas, fueron arrancados por los intensos vientos huracanados, superiores a los 200 kilómetros por hora. Dejando, adicionalmente, copiosas inundaciones.
En el caso específico de la infraestructura eléctrica, se sabe que desde hace muchos años esta requiere de inversiones, remodelaciones y mantenimiento. Los equipos de generación eléctrica en la isla son sumamente anticuados. Ademas, no todas las centrales eléctricas han estado activas desde hace varios años.
#ÚLTIMAHORA Cuba quedó a oscuras la noche del martes por un apagón generalizado debido a los daños en su red de servicio eléctrico tras el paso del huracán Ian, que azotó desde la madrugada el oeste de la isla, informó la estatal Unión Eléctrica #AFP pic.twitter.com/WarZfwlncS
— Agence France-Presse (@AFPespanol) September 28, 2022
Tragedia y crisis económica severa
Las autoridades han informado que durante toda la noche, cuadrillas han estado laborando, para intentar restablecer el servicio eléctrico, en diferentes zonas. Pues 11 millones de habitantes se quedaron sin refrigeración, sin ventiladores, sin alumbrado, sin comunicación telefónica, sin pertenencias, inundados, y más…
Todo esto ha sucedido en una Cuba sumida en una crisis económica severa. Donde las fallas eléctricas son una constante, desde hace varios meses, y hasta años. Pero con el paso del huracán Ian, esa crisis se va a agudizar, para desgracia de sus pobladores.
Dentro de este panorama desolador, surge una buena noticia, pues las autoridades de la isla caribeña no han reportados —hasta ahora— la existencia de personas desaparecidas o fallecidos. Y los daños en viviendas, algunos de gran consideración, han sido menos cuantiosos en general, que los ocurridos en experiencias ciclónicas anteriores.

La respuesta de las autoridades
En medio de toda esta tragedia, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, ha prometido a la ciudadanía que va a "borrar cuanto antes" los daños ocasionados por el paso del huracán Ian. En sus declaraciones dijo: "de todo se sale, menos de la muerte. Saldremos adelante. Si Dios quiere, saldremos adelante”.
El mandatario estuvo de visita en la localidad de Pinar del Río, una de las más afectadas. Allí escuchó las súplicas de la ciudadanía, mientras mostraba un semblante de incertidumbre y preocupación. Pues con la falta de recursos, no va a ser nada sencillo reconstruir y/o reparar tantos destrozos.
Yusimí Palacios, un residente en la golpeada localidad de Pinar del Río comentó: "en el ciclón me fue terrible, pero estamos aquí vivos. Ahora le pido a las autoridades un techo y un colchón". Igualmente, Yoandy Izquierdo Toledo, un miembro del Centro de Estudios Convivencia, también en Pinar del Río, comentó que: “ha sido una madrugada terrible. La comunicación es muy difícil, no hay telefonía fija ni móvil”.
??? El Sistema Eléctrico Nacional de Cuba dijo que los 11 millones de habitantes de la isla están sin suministro eléctrico. Así está la situación en Cuba tras el paso de Ian.https://t.co/KJmob3FB2H
— CNN en Español (@CNNEE) September 28, 2022
¿Qué pasará con el tabaco?
Las autoridades cubanas están evaluando, adicionalmente, los daños causados a las plantaciones de tabaco, una de las principales columnas de la economía cubana. Pues Pinar del Río es la zona tabacalera por excelencia de Cuba.
El huracán Ian causo daños muy considerables en una de las plantaciones más importantes de tabaco de Cuba, la finca "El Pinar", la cual fue destruida.
Esto comprometerá la producción de los famosos habanos cubanos, tan apreciados en todo el mundo, y una importante fuente de ingresos para la golpeada isla. Que se mantiene inundada, destrozada y en penumbras.