El Financial Times primero, The Wall Street Journal luego y finalmente, la próxima semana, la destacada actriz y presentadora argentina, Susana Giménez, han hecho centro de su interés en el Presidente de la República Argentina, Javier Milei. No son los únicos. El entorno más íntimo del mandatario, también está muy atento a su figura, aunque por motivos muy distintos.
Por Poder & Dinero
En un artículo de opinión publicado por el diario Financial Times, su editora, Anne-Sylvaine Chassany, vuelve a destacar el paso de Javier Milei por el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Tal vez en una exageración intencional, destaca que los hombres de negocios que asistieron al evento quedaron maravillados con su discurso. Algunos, dice, porque los sorprende que haya ganado una elección presidencial prometiendo ajuste y malos tiempos para la economía argentina.
Otros, afirma, ven en las palabras de Milei oportunidades de negocios, principalmente en la decena de empresas propiedad del estado, o en aquellas donde su participación accionaria le garantiza el control, que su gobierno busca privatizar. Pero termina con una advertencia: tal vez en un futuro no muy lejano, Milei se vea obligado a negociar con los ¨neomarxistas¨ a quienes ha hecho centro de sus ataques y responsabilizado por poner en peligro no sólo a Argentina o América Latina, sino a todo Occidente.
Pocos, días después, se conoció una entrevista realizada en Buenos Aires por la editora jefe de The Wall Street Journal, Emma Tucker. De las palabras del presidente argentino rescatamos una frase que creemos resume todo su pensamiento y la estrategia de su gobierno: "no hay plan B". ¿Por qué nos llamó la atención? Sencillamente porque no sólo parece haber plan B, sino también C, D y tal vez E. Milei pasó del ¨nada se negocia, sólo aceptamos sugerencias¨ a aceptar, entre cambios y eliminaciones, la modificación de más de la mitad de los artículos que conforman su publicitada "Ley Omnibus", columna vertebral de su acción de gobierno, que no consigue ser tratada en la Cámara de Diputados luego de un mes de intensas negociaciones. La periodista de WSJ fue complaciente en este sentido con sus repreguntas, y no insistió en remarcar esta contradicción.
Javier Milei es un emergente de las redes sociales y los medios de comunicación, y es allí donde se mueve más cómodo. La política lo crispa (eso es más que visible) y las contradicciones a sus ideas generan en él el mismo efecto que el enojo producía en el recordado "Dr. David Banner" antes de ponerse verde y convertirse en "El increíble Hulk". No obstante, en Davos (más allá de su clásico cierre con "viva la libertad, carajo") y durante la entrevista de WSJ, se lo vio calmo, con una cadencia distinta en su hablar y gestos controlados. ¿Hay un nuevo Milei?
El próximo capítulo de este misterio se escribirá el martes 5 de Febrero, que marcará el regreso a la televisión de un ícono de la televisión, el cine y el teatro en Argentina: Susana Giménez. La popularidad de Giménez trasciende las fronteras de su propio país, y es reconocida por su postura totalmente opuesta a las políticas populistas que durante años llevó adelante el kirchnerismo. Este enfrentamiento la obligó a cambiar su lugar de residencia a la República Oriental del Uruguay, ante el continuo hostigamiento del que fue objeto. "Sólo volveré a Argentina cuando se vaya el actual gobierno", declaró sin eufemismos, en referencia al "gobierno" de Alberto Fernández, que "presidía" Cristina Fernández de Kirchner. Y cumplió. Javier Milei será el invitado que le pondrá un marco ideal a su reaparición televisiva, en una entrevista que se grabará el lunes 4 de Febrero para ser emitida un día después. ¿Qué Milei veremos allí? ¿Qué preguntas le hará Susana?
El protagonismo del mandatario argentino en los medios de comunicación, contrasta en este momento con sus escasas apariciones y declaraciones públicas. Y es lógico. En el Congreso Nacional y en la opinión pública se está jugando mucho del capital político del líder libertario. ¿Qué pasaría si el oficialismo sufriera una derrota legislativa? ¿Cómo recibirán los golpeados argentinos el "tsunami" de aumentos en los servicios públicos que se aproxima?
Hay que cuidar a Milei, esa parece ser la consigna. Mantenerlo alejado del fragor de la lucha diaria en la arena política, y de las preguntas incómodas sobre la incertidumbre en que se desenvuelven las economías familiares. Manuel Adorni, vocero presidencial, utiliza una estrategia inteligente: una conferencia de prensa diaria, donde los temas los instala él mismo y, de alguna manera, orienta las preguntas. Guillermo Francos, Ministro del Interior, negocia hasta con las estatuas del Congreso. Muchos dicen que si no fuera por su experiencia y conocimiento de los códigos (no siempre claros) de la política argentina, la "La Ley Omnibus" ya sería historia. Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, tambalea, pero su apellido todavía despierta la ilusión de haber heredado algo de la maestría política de un fallecido tío, Carlos Menem. Luis Caputo, Ministro de Economía, no sólo pone la otra mejilla para recibir cachetazos por la estrategia que le marca su jefe, sino también para ocultar al "no funcionario" más resistido dentro y fuera del gobierno: Federico Sturzenegger, el padre de la ley que no consigue pasar el filtro del Congreso, al que muchos ya apodan "Darth Vader". La Ministro de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, tiene que hacer despliegue de toda su inteligencia, profesionalismo y modales para suavizar declaraciones de Milei que suelen despertar descontento en los representantes diplomáticos de países con los cuales Argentina tiene una relación de dependencia marcada. China, por ejemplo. La Vicepresidente de la Nación, Victoria Villaruel, lleva adelante una prolija y silenciosa tarea en la Cámara de Senadores, próxima parada del "Omnibus" de Milei. Pero justamente su silencio es el que está generando rumores y comentarios que dejamos para una próxima nota.
Esta es la guardia pretoriana de Milei, que lo cuida de… Milei. El presidente argentino ha sido puesto en una caja de cristal resistente, para alejarlo de los costos políticos que seguramente el gobierno empezará a pagar en breve, y entregárselo a los medios de comunicación para que mantengan vigente, no sólo en Argentina sino en América Latina, la esperanza que, junto a otros mandatarios como Santiago Peña en Paraguay, Luis Lacalle Pou en Uruguay, Daniel Noboa en Ecuador, Nayib Bukele en El Salvador, ¿Donald Trump en Estados Unidos? se consolide una nueva realidad geopolítica para la región que la saque del estancamiento y la decadencia a que la han llevado los populismos, las autocracias y las dictaduras. Por ahora, ese parece ser el mérito más grande Milei… ¿o de los que lo cuidan?