Una cuñada del presidente de Brasil, Michel Temer, se sumó a una campaña en las redes sociales que pide un boicot a la multinacional cárnica JBS, cuyos propietarios hicieron las graves denuncias de corrupción que tienen al mandatario contra las cuerdas.
Fernanda Tedeschi, la hermana más joven de la esposa de Temer, Marcela, divulgó en su cuenta en Instagram un vídeo en el que se pide a la población que deje de comprar productos de JBS, mayor procesadora de proteína animal del mundo.
En el vídeo, una voz pide no comprar productos del grupo JBS, dirigida por los hermanos Joesley y Wesley Batista, y critica la delación que los empresarios pactaron con la Justicia.
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"Sabiendo también que probablemente no serán presos debido al acuerdo de delación que hicieron, propongo lo siguiente: vamos a hacer que los hermanos Batista sientan en el bolsillo lo que ellos hicieron con nuestro país", dice el locutor del vídeo.
La voz también alienta a "no dejar más ningún producto de esta empresa a entrar en tu casa", y muestra varias marcas que componen el conglomerado que domina, para "no olvidar de no comprar los productos".
La campaña ya fue vista por más de 75.000 personas y difundida por más de 6.000 en las redes sociales. Tras unas horas, Tedeschi eliminó la publicación.
Se trata de la primera persona de la familia de Michel Temer que se manifiesta en las redes sociales sobre la polémica que envuelve al mandatario tras divulgarse una conversación que mantuvo con Joesley Batista en la que el jefe de Estado supuestamente da el aval al pago de sobornos para garantizar el silencio de un diputado condenado por corrupción que puede comprometerle.
En la grabación, Batista relata diversas maniobras ilegales que hace en favor de su empresa ante el silencio y lo que por momentos parece sugerir hasta la anuencia del gobernante.
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Los hermanos Batista confesaron a la Fiscalía que sobornan al actual gobernante a cambio de "favores políticos" desde 2010 y entregaron un explosivo y comprometedor audio.
Temer ha descalificado todas las acusaciones y ha dicho, en dos mensajes dirigidos al país desde el pasado jueves, que no renunciará al cargo que ocupa desde mayo de 2016, cuando comenzó el proceso que acabó con la destitución de la exmandataria Dilma Rousseff.
En caso de una renuncia de Temer, la Constitución prevé que, por haberse completado ya la mitad del mandato de cuatro años que empezó Rousseff, el Parlamento debe ser convocado para elegir en forma indirecta a quien gobernaría el país hasta el 1 de enero de 2019, cuando vence el actual período.
EFE