Entramos en el segundo mes de la invasión rusa a Ucrania y pareciera que a Vladímir Putin y sus militares, le fallaron los cálculos bélicos. La guerra se ha alargado mucho más de lo que estimaban; las cifras de soldados heridos y fallecidos crecen y la situación económica es preocupante.
Mario Augusto Beroes R./El Político
Este panorama, es, entre otros aspectos, lo que llevó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a reforzar el apoyo a Ucrania y consolidar su unidad ante Rusia, al tiempo que el G7 de las principales economías del mundo anunció nuevas sanciones contra Moscú.
Zelenski: "Solo el 1%"
Conectado por videoconferencia, el presidente Volodimir Zelenski pidió de manera esplícita a los países de la OTAN que entreguen a Ucrania "el 1% de sus aviones, el 1% de sus tanques" para enfrentar la invasión rusa, según refieren las agencias de noticias.
"Para salvar a la gente y nuestras ciudades, Ucrania necesita una ayuda militar sin restricciones", dijo el mandatario ucraniano, quien alegó que Rusia "utiliza sin restricciones todo su arsenal contra nosotros".
Se sabe que los miembros de la OTAN también evaluaron la posible transferencia a Ucrania de misiles antibuque, aunque una fuente de la delegación de Estados Unidos admitió que esa posibilidad presentaba "desafíos técnicos".
Soltenberg: Sin detalles bélicos
En una conferencia de prensa al fin de la cumbre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, rehusó ofrecer detalles a los equipos bélicos que la alianza militar repasaría a las fuerzas ucranianas.
Sin embargo, señaló que los líderes de la OTAN seguían preocupados con la posibilidad de que Rusia utilice armamento químico, biológico o nuclear en Ucrania, y por ello decidió equipar sus fuerzas en el flanco oriental con equipos para enfrentar esos escenarios.
La OTAN ya ha desplegado grupos tácticos de combate en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, y se apresta a hacer lo mismo en Bulgaria, Rumanía, Hungría y Eslovaquia.