La escena se volvió viral en las redes sociales. Una foto de una pequeña de 3 años, encerrada en un baño, parada sobre el retrete, mientras apoyaba una de sus manos contra la pared, parecía una simple travesura de la niña. Así lo entendió inicialmente Stacey Wherman, la mamá de la pequeña, pero lo que sucedió posteriormente, ella lo describió con dolor.
“Tomé esta foto porque creí que era divertida. Iba a mandársela a mi esposo para mostrarle las travesuras que nuestra hija de 3 años hace. Sin embargo, cuando ella me dijo lo que estaba haciendo me quedé helada: estaba practicando el simulacro de ataque que le habían enseñado en el colegio. Se suponía que había un hombre armado y ella estaba encerrada en el baño. En ese momento supe que la inocencia que mi hija de 3 años tenía, se había ido”.
Razones no le faltan a esta madre que vive en Michigan, medio oeste de Estados Unidos, para estar alarmada: tan solo el año pasado se registraron 45 tiroteos en escuelas de este país. El último episodio dramático sucedió tan solo el pasado jueves, cuando Christy Sheats, una mujer defensora del derecho de los ciudadanos a portar armas, acabó con la vida de sus dos hijas de 17 y 22 años, en Fort Bend, Houston, Texas. Al parecer, una venganza contra su esposo, que le había solicitado el divorcio, derivó en una nueva tragedia.
Antes, el domingo 12 de junio, el mundo se estremeció luego de conocer la brutal masacre cometida por un neoyorkino de origen afgano, Omar Matten, quien entró al bar gay Pulse, en Orlando, acabó con la vida de 49 personas y dejó 53 heridas. Luego se vino a saber que una semana antes de cometer el peor tiroteo en la historia de Estados Unidos, Mateen había comprado las armas de manera legal, en una tienda a pocos kilómetros de su residencia en Fort Pierce. Mateen, con total tranquilidad, adquirió un rifle semiautomático Sig Sauer MCX, diseñado originalmente para las Fuerzas Especiales de EE.UU. y dotado con cargadores de 30 balas, y una pistola Glock 17 de 9 milímetros, la más popular entre las fuerzas del orden de todo el mundo, también semiautomática y con cargadores de 17 balas. Mateen no tuvo ningún problema para comprar las armas, a pesar de haber sido investigado en dos ocasiones por el FBI y haber estado durante diez meses en las listas de sospechosos de terrorismo.
Un debate interminable
Estos hechos nuevamente han puesto el debate sobre el acceso a las armas en la mira de miles de estadounidenses que piden, al menos, un poco de control sobre uno de los problemas que más polariza a la sociedad de este país.
¿Por qué es tan difícil lograr que se apruebe una estrategia para controlar o hacer, al menos, más difícil el acceso a las armas en Estados Unidos?
Las armas están amarradas al ADN de muchos americanos. Se estima que hay 90 de estos artefactos por cada cien ciudadanos. De hecho, los civiles estadounidenses pueden ser los más armados del mundo y cuentan con alrededor de entre 270 y 310 millones de armas de fuego, suficiente para armar a cada habitante del país. Los estadounidenses compran más de la mitad de las ocho millones de armas que se fabrican en el mundo.
En Estados Unidos la segunda enmienda a la Constitución es intocable: “Siendo necesaria una Milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar Armas, no será infringido”.
Juan Albarracín, politólogo y candidato a doctor de la Universidad de Notre Dame, en Indiana, explica que abordar el control de armas es muy difícil por dos razones interrelacionadas. La primera es que existe una perspectiva que dice que la Segunda Enmienda les da a los ciudadanos el derecho casi que irrestricto al porte de armas. “Existen, claro, otras visiones sobre esta cláusula, pero cualquier intento de legislación regulando la posesión de armas pasará inevitablemente por tribunales que determinarán su constitucionalidad”.
El otro aspecto que destaca Albarracín tiene que ver con algunos grupos bien organizados y sus cabilderos “que han vendido el derecho al porte de armas y la ‘defensa de la Segunda Enmienda’ como una lucha por la libertad individual; este relato resuena en algunos sectores de la población. Esto resulta en un debate acalorado y apasionado que dificulta una discusión racional y orientada por datos”.
En lo que va de este año (corte al 30 de junio) se han producido 167 tiroteos, de acuerdo con el sitio web Shootingtracker.com, que recopila todos los incidentes con armas de fuego ocurridos en Estados Unidos en los que se presentaron al menos cuatro víctimas, ya sea fallecidas o heridas. Hasta ahora van más de 160 muertos.
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