Con una épica victoria de Catherine Cortez, en las elecciones de Nevada, el Partido Demócrata y el presidente, Joe Biden, no sólo obtuvieron el control del Senado, sino que asestaron un duro golpe a las aspiraciones del Partido Republicano, todavía con mayoría inestable en la Cámara de Representantes.
El Político
La senadora demócrata Catherine Cortez Masto ganó para un segundo mandato en representación de Nevada, derrotando al republicano Adam Laxalt. Con lo que los demócratas logran hacerse con el control del Senado por los próximos dos años de la presidencia de Joe Biden.
Su triunfo refleja la sorprendente fuerza de los demócratas en Estados Unidos en este año electoral. Buscando la reelección en un estado en apuros económicos que registra algunos de los precios de gasolina más altos de la nación, Cortez Masto fue considerada la miembro más vulnerable del Senado, lo que aumentó la frustración de los republicanos que confiaban en que sería derrotada.
Con la victoria obtenida el viernes, del senador demócrata Mark Kelly en Arizona, los demócratas ahora tienen una ventaja de 50-49 en el Senado. El partido retendrá el control de la cámara, sin importar cómo se desarrolle la segunda vuelta de Georgia del próximo mes, en virtud del voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
BREAKING: Democrats retain control of the Senate with Democratic Sen. Catherine Cortez Masto's projected win in Nevada. https://t.co/CaylI1ZBNV pic.twitter.com/45xYBJKDb7
— CBS News (@CBSNews) November 13, 2022
Por qué es importante
El control de los demócratas en el Senado es un golpe a las grandes esperanzas de los republicanos de arrebatar el control del Congreso en una elección de mitad de mandato que normalmente favorece al partido fuera del poder.
Todavía no estaba claro qué partido controlaría la Cámara de Representantes mientras el conteo continuaba en contiendas reñidas en California y algunos otros estados.
En contexto
El entorno político era doloroso para los demócratas. La inflación altísima, las preocupaciones sobre el aumento de la delincuencia y los temores de una recesión económica inminente se combinaron para formar una tormenta política que amenazaba con barrer a los demócratas de sus dos mayorías en el Congreso.
Los demócratas también enfrentaron una sombría perspectiva histórica. Con pocas excepciones, el partido en el poder casi siempre pierde terreno en el Congreso en las elecciones intermedias.
Si bien las elecciones intermedias representaron una amenaza existencial para la mayoría demócrata del Senado, las elecciones también expusieron algunas debilidades de los republicanos.
Los votantes republicanos en estados como Georgia, Pensilvania y Arizona nominaron a una serie de candidatos no probados y propensos a la controversia, en la mayoría de los casos a instancias del expresidente Trump, que lucharon por seguir el ritmo de sus rivales demócratas en la recaudación de fondos y, a menudo, se encontraron esquivando preguntas sobre sus antecedentes personales y calificaciones.
Lo que sigue: Georgia
El presidente, Joe Biden dijo que el enfoque de su partido ahora cambiaría a una segunda vuelta en Georgia.
Señaló que "siempre es mejor un 51″. Dado que los demócratas tendrían mayorías reales en los comités en lugar de impulsar las nominaciones y la legislación a través de comités divididos en partes iguales.
El escaño adicional, en caso de que el senador Raphael Warnock gane la segunda vuelta, también significaría que los demócratas podrían votar sobre nominaciones y proyectos de ley clave.
En conclusión
La contienda por el Senado en Alaska ha avanzado a una votación por orden de preferencia, aunque el escaño seguirá en manos de los republicanos.
Si los demócratas logran apuntarse una victoria en la Cámara de Representantes, tomarán el control total del Congreso y tendrán otra oportunidad para seguir adelante con las prioridades de Biden que, según él, incluyen la legislación del derecho al aborto.
El partido todavía carece de los 60 votos en el Senado necesarios para impulsar muchos tipos de cambios legislativos importantes.
Esta victoria demócrata es una demostración de la fuerza de la democracia en Estados Unidos.