La multinacional estadounidense AT&T Inc anunció el cierre de sus operaciones de DIRECTV Latinoamérica en Venezuela el pasado martes 19 de mayo.
El Político
Es por esta situación que un vocero del Departamente de Estado de los Estados Unidos realizó un pronunciamiento al respecto.
"La insistencia de Maduro en que DirecTV lleve la propaganda de los medios sancionados es otro ejemplo de cómo manipula y censura la información que reciben los venezolanos.
El régimen de Maduro continúa haciendo grandes esfuerzos para oprimir e intimidar.
Este caso demuestra claramente la necesidad de la restauración de la libertad de expresión y, en general, una restauración pacífica de la democracia como lo solicitó el presidente interino Juan Guaidó y el Marco para La Transición Democrática".
Sanciones
Las sanciones del gobierno de Estados Unidos a Venezuela han prohibido la transmisión de los canales de Globovisión y PDVSA, los cuales se requieren bajo la licencia de DIRECTV para proporcionar el servicio de televisión de pago en Venezuela.
Debido a que es imposible que la unidad Directv de AT&T cumpla con los requisitos legales de ambos países, AT&T se vio obligado a cerrar sus operaciones de televisión de pago en el país caribeño.
Salida del aire
"Como es imposible para la unidad de DirecTV de AT&T cumplir con los requisitos legales de ambos países, AT&T se vio obligada a cerrar sus operaciones de televisión de pago en Venezuela", detalla el texto.
AT&T Inc. es una de las empresas de telecomunicaciones más grandes del mundo y tiene presencia en otros países latinoamericanos como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Puerto Rico y Uruguay, así como Brasil y México, a través de SKY.
Su participación de mercado en Venezuela era superior al 40% y se trataba de una de las últimas grandes multinacionales estadounidenses que mantenía presencia en ese país.
En 2015, el conglomerado con sede en Dallas adquirió al proveedor de televisión por satélite DirecTV por US$48.500millones.
Y a mediados de 2018 protagonizó una de las fusiones más grandes de la historia corporativa al hacerse con el grupo de entretenimiento Time Warner por aproximadamente US$86.000 millones.