Una estrategia para revertir los resultados de las elecciones a favor de Trump que pareciera estar tomando fuerza es que el Senado, controlado por los republicanos desafíe el voto de los Colegios Electorales en el Congreso. ¿Podría tener éxito?
El Político
Según el análisis de POLITICO es probable que desafiar el Voto de los Colegios Electorales no funcione en un Senado liderado por el Partido Republicano.
A juicio del mencionado medio las matemáticas no favorecen el éxito de la iniciativa.
"El senador electo de Arizona Mark Kelly, un demócrata, tomará su asiento a finales de esta semana. Lo que deja a los republicanos del Senado con una mayoría de 52-48. Pero el 3 de enero, cuando se reúna el nuevo Senado, es probable que los republicanos pierdan otro miembro el senador David Perdue. Ya que el tema de la segunda vuelta el 5 de enero, aún estará pendiente. El mandato actual de Perdue expirará y su puesto quedará vacante hasta que un ganador de la segunda vuelta preste juramento", apunta POLITICO.
Consideran los analistas que la ausencia de Perdue dejaría a los republicanos prácticamente sin margen para sostener los desafíos electorales. Según la ley necesitan una mayoría simple. Y eso sin tomar en cuenta el pequeño, pero creciente, número de republicanos que ya han reconocido la victoria de Biden, e instado a Trump a seguir adelante.
"Los senadores republicanos Lisa Murkowski de Alaska, Susan Collins de Maine, Mitt Romney de Utah, Ben Sasse de Nebraska y Bill Cassidy de Louisiana se ha referido a Biden como el ganador o "presidente electo". Eso es más que suficiente para hundir cualquier desafío presentado en el Senado", puntualizan.
Desacuerdo entre Senado y Representantes
¿Qué pasaría en el hipotético caso de que el escenario se incline a favor de quienes apoyan a Trump y el Senado admita el desafío de ciertas listas de electores presidenciales? Es casi seguro que pondría a la cámara alta en desacuerdo con la de Representantes dirigida por los demócratas. En donde hay pocas dudas sobre la certificación de la victoria de Biden.
En ese caso, los legisladores entrarían en un vacío de teorías constitucionales.
La ley federal otorga el poder de resolver tales disputas al gobernador del estado en cuestión. Pero los académicos legales y el Servicio de Investigación del Congreso han señalado algunas ambigüedades.
La Ley de Conteo Electoral dice que en este escenario, depende del gobernador del estado decidir qué electores deben contarse. Lo que es una bendición para Biden en Pennsylvania, Wisconsin y Michigan, donde los gobernadores demócratas seguramente apoyarían su victoria.
La Constitución, tal como está redactada, otorga expresamente a las legislaturas estatales la autoridad para determinar el proceso de nombramiento de electores presidenciales.
La campaña de Trump se ha apoyado en esa disposición para alentar a las legislaturas lideradas por los republicanos a intervenir y entregar electores para Trump a pesar del voto popular.
Para que la interpretación de la campaña de Trump funcione, Trump necesitaría una victoria legal similar a un milagro. Un tribunal, tal vez el Tribunal Supremo, tendría que aceptar este esfuerzo. Y descartar los estatutos federales posteriores que otorgaron a los gobernadores este poder.
Es un camino que algunos aliados de Trump están promoviendo públicamente.
Necesita un milagro en las cortes
"En cualquier momento, puede recuperar ese poder", dijo la abogada de campaña de Trump, Jenna Ellis, a los legisladores republicanos de Pensilvania en una audiencia la semana pasada. El lunes, alentó a los legisladores de Arizona a hacer lo mismo después de que el estado certificara la victoria de Biden con 10,000 votos.
En un escrito presentado ante la Corte Suprema el lunes, la respuesta de Pensilvania a ese argumento, dejó claro por qué la posición de la campaña de Trump es endeble.
Los redactores de la Constitución nunca imaginaron una legislatura que decidiera unilateralmente qué electores nombrar; querían que los legisladores adoptaran un proceso a través del curso normal de aprobación de leyes, que incluye un papel para el gobernador, enfatizó la secretaria de Estado Kathy Boockvar en un escrito presentado al tribunal superior.