En medio de la polarización fuerte que embarga a la sociedad estadounidense, las ofensas y descalificativos se han vuelto algo común en el discurso político. Y no solo entre miembros de partidos opuestos, sino entre militantes de una misma organización.
El Político
El expresidente Donald Trump Donald Trump, por ejemplo, ha llenado de improperios a varios de los otros candidatos que optan a la nominación republicana. Las respuestas han variado, desde ignorarlo hasta responder con igual agresividad.
"Insultos juveniles"
Ron DeSantis, gobernador de Florida, pasó de aliado a rival para el expresidente desde el momento en que expresó sus deseos de optar a la nominación presidencial del partido que usa un elefante como símbolo. Sin embargo, el gobernador de Florida considera los desplantes de Trump como "insultos juveniles"; inclusive asegura que le han ayudado.
"En primer lugar, quiero decir, creo que muchas de estas cosas cuando me golpea con ellas con insultos juveniles, creo que eso me ayuda", dijo DeSantis a los periodistas, según The Hill.
"No creo que a los votantes les guste eso. Creo que lo ven y se dan cuenta de que no es efectivo. Y por eso no creo que sea efectivo". DeSantis también dijo que los insultos de Trump son solo otro recordatorio de que millones de votantes no votarán por él durante este ciclo electoral.
"No me molesta"
"Así que en realidad no me molesta en absoluto", agregó DeSantis. "Creo que es solo un recordatorio, por qué hay tantos millones de votantes que nunca votarán por él en el futuro".
Trump ha atacado a DeSantis con una serie de insultos a lo largo del ciclo de campaña, refiriéndose al gobernador como "Ron DeSanctimonious".
Esto se produce cuando DeSantis, que una vez fue visto como un rival real de Trump para la nominación del Partido Republicano en 2024, se ha estancado en las encuestas desde que anunció su campaña presidencial en mayo.
El político de 44 años despidió recientemente a 38 miembros de su personal mientras su campaña busca renovarse en la carrera por la presidencia.