Esta semana siguen saliendo a la luz pública los documentos relacionados con el esquema de corrupción realizado por Pablo Iglesias a través de la Fundación CEPS. Ahora hay pruebas de que el ex Vicepresidente de Maduro, conocido también como ‘el narcoministro’ Tareck El Aissami, contrató a la fundación de Iglesias para adoctrinar a los carceleros venezolanos.
El Político
Entre los documentos que salieron a la luz pública -esta semana- de los negocios turbios entre Pablo Iglesias y la dictadura chavista. Se encontró uno dirigido hacia Tareck El Aissami relacionado al Código Orgánico Penitenciario de Venezuela.
Entre otros aspectos, una de las recomendaciones del presidente de Podemos era que términos debían emplear para suavizar la situación de los presos políticos a los ojos de la Opinión Pública.
Según la prueba que presentó OK Diario, Tareck El Aissami, contrató a la Fundación CEPS, dirigida por Pablo Iglesias, "para diseñar el nuevo reglamento penitenciario de Venezuela. El objetivo era adoctrinar en la ‘conciencia anticapitalista’ a los funcionarios de las prisiones. En ellas son encarcelados y torturados los principales líderes de la oposición".
Cabe destacar que en julio de 2019, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos colocó a Tareck El Aissami en la lista de los delincuentes internacionales más buscados. La causa fue sus relaciones con el narcotráfico y con grupos terroristas como Hezbolá.
Chávez ordenó pagó 7,1 millones de euros a la Fundación CEPS
También OK Diario, informó de un «punto de cuenta» en el ccual Hugo Chávez ordenó pagos por importe de 7,1 millones de euros a la Fundación CEPS. En esa época lideraban esa institución los principales líderes que luego fundaron Podemos. Entre ellos, Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Luis Alegre, Alberto Montero, Ariel Jerez, Rubén Martínez Dalmau y Txema Guijarro.
El documento fue firmado por el ministro de Finanzas de Venezuela, Rafael Isea, y por Hugo Chávez el 28 de mayo de 2008.
Pablo Iglesias comenzó trabajar en 2006 para la Fundación CEPS. Su función era ser el “responsable de la unidad de análisis estratégico de la Presidencia de Venezuela”. En pocas palabras, era el asesor personal del Hugo Chávez. Así lo reseñó en su curriculum vitae.
Otros pagos que hizo el gobierno de Venezuela a la Fundación CEPS fue entre 2003 y 2007. Durante esos años pagó 2,6 millones de euros para que asesorara al Despacho de la Presidencia, el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y la Asamblea Nacional.
En 2008, Hugo Chávez ordenó pagar a a Fundación de Pablo Iglesias otros 1,6 millones de euros. Después entre 2009 y 2011, hizo otro pago.
Según todos los documentos recopilados hasta ahora el gobierno de Venezuela pagó 7,1 millones de euros.
Justamente en este paquete incluyeron l asesoramiento al Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, que en octubre de 2008 dirigió Tareck El Aissami, quien es buscado por EE.UU. por su relación con el narcotráfico y grupos terroristas.
En un informe de abril de 2011, la Fundación CEPS sugirió a El Aissami algunos cambios cosméticos para lavar la imagen del sistema carcelario de Venezuela, uno de los más crueles del planeta.
La Fundación sugirió que a los presos los llamaran «personas privadas de libertad». A las cárceles «comunidades de rehabilitación social» o «servicios de rehabilitación social».
Con esos nombres, la fundación de Pablo Iglesias trató de encubrir la crueldad de las prisiones de Venezuela. Allí encarcelan, torturan y matan a los opositores al régimen.
Incluso, Pablo Iglesia en su curriculum vitae oficial confiesa que entre 2006 y 2007 impartió cursos de «formación ideológica» a los funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela, es decir a los policías y carceleros, y a los funcionarios de Conatel, el ente que censura y cierra medios de comunicación.
Tareck El Aissami está en la lista de delincuentes más buscados por Estados Unidos. Según el Departamento del Tesoro de EEUU, El Aissami «supervisó o parcialmente fue dueño de cargamentos de drogas de más de 1.000 kilos de cocaína. Estos salieron de Venezuela en múltiples ocasiones. Incluyendo aquellos que tenían como destino final México y Estados Unidos», señala ICE en su reseña.
También indican que El Aissami «está vinculado a la coordinación de envíos de narcóticos al violento cartel mexicano de Los Zetas, así como a la protección del capo narcotraficante colombiano Daniel Barrera Barrera y del narcotraficante venezolano Hermágoras González Polanco».