Este miércoles el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a Europa para una gira de ocho días en los que deberá cumplir una apretada agenda. El mandatario visitará tres países y asistirá a una serie de reuniones y encuentros bilaterales con el objetivo de “reforzar la alianza y dejar claro a (Vladimir) Putin y a China que Europa y Estados Unidos están estrechamente unidos”.
El Político
Con ese foco el presidente Biden emprendió esta gira en la intentará enmendar relaciones deterioradas por Donald Trump; o compromisos que puso en cuestión. Este objetivo planea lograrlo abordando la lucha contra la pandemia o contra el cambio climático en la reunión del G-7 en Cornwall; hablando con líderes de la UE o participando en una reunión de la OTAN, reseñó El Periódico.
La gira también estará marcada con el encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin. Pese a las diferencias la postura de Biden y la de su predecesor Trump, coinciden en la mirada a Pekín como el gran competidor y en la búsqueda de que Europa tome partido con Washington para librar esa competencia. Y ese foco en China impregna toda la agenda de Biden en este viaje.
China como objetivo
Ya el sábado, en un artículo de opinión publicado en "The Washington Post", Biden prometía que “las principales democracias del mundo ofrecerán una alternativa de altos estándares a China para actualizar infraestructuras físicas, digitales y de salud; que son más resilientes y apoyan el desarrollo global”, un reto directo al proyecto de Pekín de la Nueva Ruta de la Seda.
Biden escribía también que “las democracias del mundo juntas deben asegurar que nuestros valores gobiernan el uso y el desarrollo de innovaciones, no el interés de autócratas”.
También en el artículo Biden adelantaba que en sus reuniones con los presidentes de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo el foco estará puesto en “asegurar que democracias de mercado, no China o nadie más, escriben las reglas del siglo XXI de comercio y tecnología”.
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