Imran Khan fue ciertamente un héroe del cricket, uno deporte de los más difundidos en Pakistán, al que condujo a campeón del mundo, en 1992.
El Político
La popularidad así obtenida lo llevó al mundo político, alcanzando el poder en 2018 con su partido, el Pakistan Tehreek-i-Insaf (PTI), o Movimiento por la Justicia en Pakistán.
Por qué es importante
Su objetivo, aseguró Khan a sus seguidores en 2018, era convertir a Pakistán de un país con un "pequeño grupo de ricos y un mar de pobres" en un "ejemplo de un sistema humano, un sistema justo, para el mundo, y para que se entienda que es el islamismo".
Ese año salió victorioso, marcando una rara ascensión de un héroe deportivo a la cima de la política. Los observadores advirtieron, sin embargo, que su mayor enemigo era su propia retórica, que había elevado las esperanzas de los partidarios por las nubes.
Convertido en político, se ganó el apoyo popular en medio de una extrema situación económica antes de su derrocamiento el año pasado.
Su historia política, sin embargo, lejos de acabar, sigue escribiendo nuevas páginas tras su detención este martes cuando acudió al Tribunal Superior de Islamabad para declarar en uno de los más de cien casos de corrupción que afronta.
Khan, de 70 años, no se había rendido desde su derrocamiento del poder y mostraba signos de querer volver a la acción, incluso después de haber resultado herido en un ataque el pasado noviembre cuando encabezaba una marcha exigiendo elecciones anticipadas.
En la política
Khan fue expulsado del cargo de primer ministro en abril de 2022 en medio de la frustración pública por la alta inflación, el aumento del déficit y la corrupción endémica que había prometido erradicar.
La Corte Suprema anuló su decisión de disolver el parlamento y las deserciones de su coalición gobernante significaron que perdió la moción de censura que siguió.
Eso lo colocó entre una larga lista de primeros ministros pakistaníes electos que no lograron cumplir sus mandatos completos; ninguno lo ha hecho desde la independencia en 1947.
De ‘playboy’ a reformador
Nacido en 1952, hijo de un ingeniero civil, Khan creció con cuatro hermanas en una rica familia pastún urbana en Lahore, la segunda ciudad más grande de Pakistán.
Después de una educación privilegiada, pasó a la Universidad de Oxford donde se graduó con una licenciatura en Filosofía, Política y Economía.
En 1995 se casó con Jemima Goldsmith, hija del magnate de los negocios James Goldsmith. La pareja, que tuvo dos hijos juntos, se divorció en 2004.
Un segundo matrimonio con la periodista de televisión Reham Nayyar Khan también terminó en divorcio.
Su tercer matrimonio con Bushra Bibi, una líder espiritual a quien Khan conoció durante sus visitas a un santuario del siglo XIII en Pakistán, reflejó su creciente interés en el sufismo, una forma de práctica islámica que enfatiza la cercanía espiritual con Dios.
A modo de conclusión
El ex primer ministro Imran Khan fue detenido por el grupo paramilitar Rangers cuando se encontraba en la Corte Suprema de Islamabad para declarar en su juicio.
La policía de la capital emitió un comunicado explicando que el líder del Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) fue puesto bajo custodia en relación con el caso judicial Al-Qadir Trust.
Según la denuncia, la ciudad de Bahria habría asignado terrenos por valor de 530 millones de rupias (2,10 millones de dólares) al Al-Qadir Trust, propiedad de Khan y su mujer.
Según los expertos, el actual Ejecutivo, que está haciendo todo lo posible para evitar un nuevo ascenso del PTI, podría conseguir el efecto contrario. Después de la detención de Imran Khan, ya han estallado protestas espontáneas contra la coalición gobernante en algunas ciudades de Pakistán.