Cuatro agentes de la Policía del Congreso de Brasil fueron arrestados este jueves acusados de boicotear las investigaciones del gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, informaron fuentes oficiales.
Los policías legislativos ayudaban a parlamentarios sospechosos de participar en los desvíos a librarse de escuchas telefónicas autorizadas por la Justicia y que habían sido instaladas por los responsables de las investigaciones, informó la Policía Federal en un comunicado.
Los cuatro agentes, entre los que está el jefe de la Policía Legislativa, Pedro Ricardo Araújo Carvalho, fueron detenidos en desarrollo de una operación realizada por la Policía Federal dentro del propio Congreso, que incluyó registros a cinco diferentes gabinetes del Legislativo.
Según los responsables por la operación, los agentes detenidos realizaban servicios de contrainteligencia para boicotear las investigaciones del escándalo de Petrobras y se ofrecían para hacer revisiones en los gabinetes y las residencias de los parlamentarios investigados para retirar posibles escuchas.
Como los agentes arrestados son funcionarios del Congreso encargados de garantizar la seguridad del Legislativo, el juez que ordenó prisión también determinó que sean separados temporalmente de los cargos mientras esté en marcha la investigación.
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La operación se produjo después de que otro agente de la Policía del Congreso llegara a un acuerdo con la Justicia para delatar a sus cómplices a cambio de la reducción en su condena.
El delator confesó que algunos de los agentes de la Policía del Congreso recibían órdenes directas de Araújo Carvalho para que realizasen los servicios de contrainteligencia.
"Fueron obtenidas pruebas de que el grupo, liderado por el director de la Policía del Congreso, tenía la finalidad de dificultar las investigaciones de senadores y exsenadores sometidos a vigilancia con equipos de inteligencia", según el comunicado de la Policía Federal.
La Policía del Congreso ya había protagonizado un incidente contra las investigaciones del escándalo de Petrobras cuando, en julio de 2015, intentó impedir que la Policía Federal cumpliera una orden de registro en el apartamento del expresidente brasileño y senador Fernando Collor de Mello, uno de los investigados.
Los agentes implicados fueron detenidos en un caso por asociación armada para delinquir, corrupción privilegiada y obstrucción a la Justicia, delitos cuyas penas sumadas pueden llegar a catorce años y seis meses de prisión.
La investigación por los millonarios desvíos en Petrobras es la mayor operación contra la corrupción en la historia de Brasil y ya ha mandado a prisión, con elevadas condenas, a exaltos funcionarios de la empresa estatal, directores de varias de las mayores constructoras del país y decenas de políticos.
Las mayores constructoras de Brasil se repartían los millonarios contratos de Petrobras a cambio del pago de sobornos a directores de la estatal y a políticos que amparaban los desvíos.
El escándalo salpicó a parlamentarios de varios partidos, principalmente a los del Partido de los Trabajadores (PT), la formación de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, y a los del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), liderado por el actual jefe de Estado, Michel Temer.
Con información de EFE
