El culpar a otros de cualquier error cometido por la dictadura que encabeza Nicolás Maduro, es ya una constante en las maratónicas apariciones en la televisión venezolana.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
Esta vez, el obeso dictador venezolano, denunció como un "ataque terrorista", un incendio de mediana magnitud ocurrido el domingo 22 en las instalaciones de la refinería de Punta Cardón, estado Falcón, una de las más grandes del país.
Por supuesto, Maduro no ofreció detalles del incendio, que no dejó heridos ni afectó sus operaciones.
Por su parte, el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, indicó que el incendio se produjo en una de las lagunas de tratamiento de agua de la refinería.
No fueron afectadas las operaciones de producción de combustible. Tampoco mencionó las causas del incendio.
Cardón, que es una de las refinerías más grandes del mundo, forma parte del Centro de Refinación Paraguaná, que también incluye la refinería de Amuay y Bajo Grande.
¿Irán reparará y modernizará?
En conjunto, tienen una capacidad instalada de unos 955.000 barriles de crudo al día. Actualmente, hay la posibilidad un acuerdo con el régimen iraní de reparar las instalaciones y modernizarlas.
La pregunta es, si estas refinerías fueron construídas bajo tecnología estadounidense, cómo piensan los iraníes reparar y modernizar dichas instalaciones.
Sin embargo el periodista Cédar Batiz (@CBatiz), dice que dicho acuerdo no se ha firmado por que se lo "pelean" dos grupos de poder del chavismo, uno encabezado por los hermanos Rodríguez y el otro por el actual ministro de energía, El Aisami
Según Maduro, aunque su administración no lo informó en su momento, el complejo hidroeléctrico de Guri, que suministra 60% de la energía del país también habría recibido ataques a su sistema operativo con el objetivo de dañar al país.
Tampoco ofreció detalles o pruebas.
Venezuela, otrora un rico país petrolero y que posee las reservas de crudo más grandes del mundo, experimenta desde hace más de un lustro una drástica caída de su producción de crudo y productos refinados, lo que se ha traducido en escasez por el deficiente suministro de combustibles y gas doméstico.
Los críticos del gobierno atribuyen el colapso de la industria petrolera a una mala gestión y corrupción en la corporación Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) bajo la administración de los gobiernos socialistas del ahora fallecido presidente Hugo Chávez, y Maduro, su sucesor.