La dictadura nicaragüense, encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo, dejó en libertad a 12 sacerdotes de la Iglesia católica.
El político
Las excarcelaciones, confirmadas por el propio régimen de Managua, son el resultado de intensas conversaciones entre emisarios del país y la Santa Sede.
“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (…) informa a nuestro pueblo que se logró un acuerdo para el desplazamiento hacia el Vaticano de los 12 sacerdotes”, reza un comunicado divulgado este miércoles.
En el mismo texto, la dictadura asegura que sus representantes no han “agotado recursos para asegurar y defender la paz que tanto atesoramos las familias nicaragüenses”.
Con la excusa de garantizar la gobernabilidad y el orden interno, el régimen Ortega – Murillo ha recurrido a la detención arbitraria de opositores.
Entre los adversarios se encuentran figuras políticas que han sido encarceladas e, incluso, desterradas. También hay miembros del clero.
Aunque no representa una novedad, la represión contra los religiosos, particularmente los católicos, se intensificó en Nicaragua desde inicios de año.
Los sacerdotes que terminaron en prisión fueron judicializados. La dictadura les acusó de traición a la patria, entre otros delitos.
Entre los excarcelados no figuró, sin embargo, el nombre de Rolando Álvarez. El obispo permanece en una prisión de máxima seguridad de la capital nicaragüense.
Álvarez, gran crítico del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se ha negado a salir del país en dos ocasiones.
En un acto de estoicismo, el prelado rechazó las ofertas que le garantizaban su liberación si aceptaba abandonar Nicaragua.