Las relaciones entre Alemania y Francia no andan bien, y amenazan la estabilidad de la Unión Europea, en plena crisis.
Gustavo Márquez / El Político
El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, celebraron una constructiva reunión de emergencia, en el palacio del Elíseo, para tratar de reconstruir puentes en el eje París-Berlín. Pero la cosa no es tan fácil, pues su relación no está funcionando al 100 por ciento.
Se dice que el eje París-Berlín es el motor que dirige la integración europea, con sus altas y sus bajas. Sin embargo, desde que Alemania estrenó canciller, los puentes entre ambas naciones ahora se tambalean. Pues Olaf Scholz y Emmanuel Macron no logran ponerse de acuerdo en algo, ni siquiera en temas vitales como energía o defensa. Y esto sucede, básicamente, por una actitud obstruccionista, por parte de Scholz. Al punto, que Macron suspendió una cumbre entre los dos Gobiernos, prevista para esta semana, en la localidad de Fontainebleau, a 55,5 km al sur-sureste del centro de París.
En este sentido, Bruno Le Maire, ministro de Finanzas francés, ha admitido que: "¿son fáciles las cosas en estos momentos? No. La guerra en Ucrania, la cuestión del gas y de la energía y el tema China, deben conducirnos hacia una redefinición estratégica de las relaciones entre Alemania y Francia". Mientras, Macron dijo que: "no es bueno, ni para Alemania ni para Europa, que Alemania se aísle". Su comentario se dio en el contexto del Consejo Europeo, la semana pasada.
El canciller alemán, Olaf Scholz, se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron en #París con el objetivo de limar asperezas en torno a las políticas europeas y centrar sus esfuerzos en los temas de energía y defensa. pic.twitter.com/Pfpaid9dpx
— OSCAR MARIO BETETA (@MarioBeteta) October 27, 2022
Entre líneas: una diferencia
que se pudo resolver
Luego de que el encuentro previsto para realizarse en Fontainebleau se cancelara, Scholz y Macron, expresaron que debían reunirse en un un encuentro bilateral de emergencia. Este se realizó este miércoles en el palacio del Elíseo, en París. Luego del encuentro, ambos líderes coincidieron en expresar que el diálogo de tres horas fue constructivo y amigable. Pero analistas insisten en expresar que detrás de los rostros amigables, que muestran en público, en realidad la tensión permanece en el aire y se puede respirar en una atmósfera cargada.
Desafortunadamente, las noticias no son buenas. Pues Jacob Ross, investigador del German Council on Foreign Relations, ha comentado que: "el primer resultado de estas tensiones es que la unidad europea está presentando grietas visibles. Desde que la Federación Rusa inició su guerra contra Ucrania, la exhibición de unidad ha sido una prioridad, tanto para la Comisión Europea, como para los Gobiernos. Ahora, el eje París-Berlín, uno de los más importantes de Europa, no es capaz de pactar una posición común, en los dos temas más importantes y más afectados por el conflicto bélico: energía y defensa".
Pero, ¿qué es lo que pasa entre Olaf Scholz y Emmanuel Macron? Pues que no son los tiempos de Angela Merkel, época en que las relaciones entre París y Berlín habían funcionado perfectamente cuando no había guerra. Pero hoy existe una larga lista de reproches. Macron le critica a Scholz su bloqueo permanente a cualquier solución europea que se plantee, para salir de la crisis energética, producto de la guerra.
?#Mundo #Francia #Alemania| El presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunieron en #París para abordar los crecientes desacuerdos entre ambos países
?EFE#DiariodeMexicohttps://t.co/1giuAu5n1I pic.twitter.com/s5sU4mLw2p— Diario de México (@DDMexico) October 26, 2022
En resumen
Sobre el eje París-Berlín, se han colocado sobre la mesa de discusión varios escenarios. Como por ejemplo, el tope al precio del gas importado; la europeización de la excepción ibérica, para rebajar la luz o la creación de un nuevo fondo anticrisis, similar a Next Generation. Pues, de seguir en aumento las tensiones, se estaría ante las puertas de un divorcio entre Alemania y Francia, por no ponerse de acuerdo en los temas energético y de defensa.
En Berlín se ha aprobado un plan masivo y unilateral, de 200.000 millones de ayudas, para ir al rescate de las empresas alemanas, en perjuicio de sus contrapartes europeas. Por lo que desde París se considera que ese plan alemán podría destruir el mercado único europeo.
En todo caso, Alemania y Francia juntas representan el 40% del Producto Interno Bruto – PIB de Europa, y estas naciones están unidas por lazos históricos muy profundos. Además, Francia ha sido siempre la aliada más cercana de Alemania. Por lo que es fundamental que el eje París-Berlín encuentre de nuevo el camino para reconstruir puentes de entendimiento, por la unidad y estabilidad de Europa.