El llanto de un niño lo salvó de morir tras ser abandonado en un basurero. El recién nacido fue hallado hoy por una estudiante de la Universidad de Oriente, núcleo Anzoátegui, en el baño de la sede de Ciencias Administrativas. Aún estaba cubierto de sangre y lloraba dentro de una papelera.
La jovencita impresionada le notificó a un amigo, quién aguardaba afuera, sobre el hallazgo. El muchacho cubrió al menor de edad con una franela y lo trasladaron hacia el hospital de niños Rafael Tobías Guevara.
En el nosocomio fue atendido por los médicos quienes se aseguraron que encuentra en perfectas condiciones. Posteriormente el caso fue colocado a la orden del Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña o Adolescente. La madre no ha aparecido.