Donald Trump tomó posesión este lunes como el 47º presidente de Estados Unidos y prometió el inicio de “una era dorada” para el país, en un discurso en el que delineó las políticas de su administración por los próximos cuatro años, entre las que destaca mano dura desde el primer día contra la inmigración, acciones para controlar la inflación y aranceles a importaciones.
"La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo", dijo Trump minutos después de prestar juramento en una ceremonia que marca el inicio de su segundo mandato no consecutivo y celebrada bajo la cúpula del Capitolio en Washington, a la que que asistieron tres expresidentes, ex primeras damas, antiguos funcionarios de gobierno, miembros del gabinete entrante y líderes de empresas tecnológicas.
Durante su intervención, Trump anunció que firmará una serie de medidas ejecutivas en sus primeras horas como presidente, incluidas una decena centradas en la seguridad fronteriza y la inmigración, su principal prioridad.
“Nuestra máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre. EEUU pronto será más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca. Regreso a la presidencia con la confianza y el optimismo de que estamos al comienzo de una nueva y emocionante era de éxito nacional. Una ola de cambio está arrasando el país”, insistió.
Como es tradición, Trump juró sobre la biblia y prometió proteger la Constitución estadounidense en un acto que por primera vez en 40 años se celebra bajo techo debido a las gélidas temperaturas en Washington.
El vicepresidente JD Vance también prestó juramento su cargo unos minutos antes. Las bajas temperaturas pronosticadas para este lunes obligaron a los organizadores a mover el acto, que usualmente tiene lugar en los escalones del emblemático edificio del Congreso.
A la ceremonia, que marca también el fin de la presidencia de Joe Biden, asistieron unas 600 personas. Millones más la siguieron en sus televisores en todo el mundo, unido a los miles de seguidores del recién nombrado presidente que viajaron hasta Washington para verlo jurar y que debido al clima, lo vieron a través de pantallas gigantes en el Capital One Arena, un estadio cubierto con capacidad para unas 20.000 personas.