La organización Uruguay Libre de Megaminería expresó este martes su preocupación por el posible uso de fracking por parte de la petrolera estadounidense Schuepbach Energy, que firmó un contrato con la empresa estatal uruguaya de hidrocarburos Ancap para explorar cuatro pozos en el norte del país.
Los integrantes de dicha organización presentaron hoy un informe técnico ante la Dirección Nacional de Medioambiente (Dinama) de Uruguay, donde también solicitaron la convocatoria de audiencias públicas para los miembros de las comunidades de los departamentos (provincias) de Tacuarembó, Paysandú y Salto.
Según explicó en rueda de prensa Víctor Bocchetta, vocero de Uruguay Libre de Megaminería, la Dinama calificó al proyecto petrolero como uno de tipo B, por lo que el reglamento habilita la solicitud de audiencias públicas (aunque no son obligatorias).
"El reglamento (de la Dinama) habilita a que, si el problema genera una preocupación social significativa, se convoque a audiencias públicas. Nosotros basados en eso es que solicitamos a la Dinama que convoque audiencias públicas en las localidades cercanas a los lugares donde se harían estas perforaciones", explicó Bocchetta.
En 2012, Ancap firmó un contrato con Shuepbach Energy Uruguay, que le concedió a la empresa de origen estadounidense la "exploración y explotación en tierra firme de hidrocarburos", según informó la Presidencia uruguaya en abril de ese mismo año.
Según dicho medio, durante los trabajos de investigación del terreno, "la empresa encontró petróleo asociado a la roca generadora", algo que fue "constatado por la propia Ancap y el Departamento de Geología de Estados Unidos".
Si bien Bocchetta subrayó hoy que la empresa no podrá comenzar a operar hasta no tener la habilitación de la Dinama, la organización que integra sospecha que Shuepbach Energy pretende acceder tanto a hidrocarburos convencionales como no convencionales (para los que deberían utilizar fracking).
La extracción de hidrocarburos "fracking", también conocida como "fractura hidráulica", es un sistema que permite acceder a reservas de gas y petróleo situadas en rocas mediante la inyección a presión de líquidos en el terreno con el objetivo de aumentar las fracturas del sustrato rocoso donde se encuentran los yacimientos.
Pese a que la empresa había comunicado en un principio que buscaba extraer solo hidrocarburos convencionales, una sección del estudio de impacto ambiental de la petrolera despertó las sospechas de la organización Uruguay Libre de Megaminería.
En este sentido, Bocchetta explicó que en el estudio de impacto ambiental la organización que integra encontró "una sección destinada a consideraciones jurídicas, donde la empresa hace valoraciones sobre las decisiones departamentales relacionadas con el fracking".
En Uruguay, las Juntas Departamentales de varias localidades, entre los que se encuentran los tres afectados por la exploración de la petrolera estadounidense, prohibieron la práctica del fracking en su territorio.
"¿Qué sentido tendría que si la empresa está buscando solo hidrocarburos convencionales incluyan en el estudio de impacto ambiental una sección y un cuestionamiento de decisiones que están referidas a los hidrocarburos no convencionales?", preguntó Bocchetta.
"Es decir, esto sería inútil si fuera cierto que están buscando solo convencionales", sentenció.
EFE