El Banco Central de Brasil elevó su proyección para el déficit en las transacciones del país con el exterior este año desde los US$28.000 millones que esperaba hace tres meses hasta los US$30.000 millones previstos, en un informe divulgado este viernes.
EFE
El organismo emisor decidió elevar su proyección para el déficit en la llamada balanza de cuenta corriente tras constatar un fuerte aumento de los gastos de los turistas brasileños en sus viajes fuera del país y una elevación de las remesas que las multinacionales envían a sus matrices.
Los turistas brasileños gastaron US$2.939 millones en el exterior en los dos primeros meses de este año, un valor en un 74,8 % superior al del mismo período de 2016 (US$1.681 millones).
Ese aumento pesó en las cuentas en febrero, cuando el déficit de cuenta corriente de Brasil se ubicó en US$935 millones, lo que elevó el saldo negativo de las transacciones con el exterior en los dos primeros meses del año hasta US$6.020 millones.
El déficit de cuenta corriente previsto para este año es mayor que el registrado por Brasil en 2016 (US$23.500 millones), que fue el menor en nueve años. Brasil había registrado un saldo negativo en sus cuentas con el exterior de US$104.200 millones en 2014 y de US$58.900 millones en 2015.
El déficit venía cayendo por la fuerte reducción de la demanda brasileña por bienes y servicios en el exterior como consecuencia de la grave recesión del país, la mayor en las últimas décadas. Brasil encadenó dos años consecutivos de recesión, con una retracción del 3,8 % en 2015 y del 3,6 % en 2016.
Según el nuevo pronóstico del Banco Central, el déficit en cuenta corriente crecerá este año principalmente por el alto saldo negativo en la cuenta de renta primaria (remesas de lucros y dividendos y pago de intereses de deuda), que llegará a US$47.600 millones frente a los US$44.100 millones inicialmente previstos.
Para la cuenta de servicios (viajes internacionales, transportes, seguros y otros) se prevé un déficit de US$36.700 millones, por encima de los US$31.200 millones inicialmente proyectados.
Estos enormes agujeros serán compensados en parte por la balanza comercial brasileña en 2017, para la que se prevé un superávit de US$51.000 millones, por encima de los US$44.000 millones que se esperaban.
El Banco Central de Brasil informó igualmente que la inversión directa de los extranjeros en el país en febrero fue de US$5.306 millones y que la acumulada en los dos primeros meses del año se ubicó en US$16.834 millones. En el primer bimestre de 2016 había sido de US$11.370 millones.
Ante este resultado, el organismo mantuvo su proyección para la inversión extranjera directa este año en US$75.000 millones, un valor suficiente para financiar con sobras el déficit en cuenta corriente.
Via: El Comercio