En medio de la ola de disturbios sin control que azotan a Ecuador, surgen cuatro voces que intentan suministrar ideas y soluciones a la crisis.
El Político
A tres días del llamado al diálogo por parte de organizaciones de la sociedad civil, ese encuentro aún no se logra concretar.
Las iglesias Católica y Evangélica plantearon una tregua y los indígenas ocuparon la Casa de la Cultura, para deliberar, tras 11 días de paro.
Desde el 13 de junio pasado, la magnitud de las protestas han escalado. Los excesos ocurren tanto del lado de los manifestantes, como de las fuerzas del orden, por lo que la crisis tienden a empeorar.
El jueves 23 de junio, el presidente Guillermo Lasso cedió en su decisión de que se ocupe la Casa de la Cultura.
La crisis escala en Ecuador
La situación en el país es crítica tras diez días de protestas. Muchos claman por un diálogo entre el gobierno y los grupos indígenas.
Pero "aún no se tiene claro cuáles son las condiciones", considera el analista Fernando Carrión (@fcarrionm). /ir pic.twitter.com/BtGm3Ptfkq
— DW Español (@dw_espanol) June 22, 2022
Esto permitió que las organizaciones indígenas y sociales realicen su asamblea. Lo que se ha interpretado como una muestra de buena voluntad para iniciar los diálogos.
Sin embargo, Leonidas Iza, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador – Conaie, puntualizó, antes de ingresar a la Casa de la Cultura, que: "no dejaremos Quito, sin tener una respuesta sobre nuestros 10 pedidos, por lo cual mantendremos el paro".
El anuncio del Gobierno no hizo declinar a la organización indígena, que siguió las órdenes de su líder. Lo que ha agravado aun más la crisis que se vive en toda Ecuador.
Esto se evidenció en el avance de la manifestación hasta la Asamblea Nacional. A donde llegó un grupo de mujeres indígenas, que no se le permitió ingresar al Legislativo.
4 luces al final del túnel
En ese contexto violento e intransigente, cuatro analistas plantean salidas al conflicto, desde la seguridad, lo político, la comunicación y lo social.
Los cuatro analistas y expertos en temas políticos, de seguridad y de comunicación, coinciden en que se debe dialogar y llegar a un acuerdo, para controlar la crisis.
Ceder en puntos que no afecten
Daniel Crespo es analista político y opina sobre la situación actual en el marco de la crisis social en el país.
“Hemos llegado a un punto de desgaste muy serio de los actores. El Gobierno ha tenido un despliegue en seguridad que ha implicado responder situaciones en las cuales el Ecuador ha perdido millones de dólares. En el caso de la Conaie, hay un desgaste de su capacidad logística. No han tenido los lugares que eran los centros de acopio y descanso. La respuesta ciudadana no tuvo la amplitud del 2019″.
"Lo que el Gobierno debería hacer es evitar la sensación de derrota de la Conaie. Tiene la posibilidad de decir: negociemos algo. Ese algo que les permita sentir que no ha sido una derrota toda esta movilización".
"El Gobierno puede ceder en puntos que no afecten su plan de gobierno. Después de eso tiene la posibilidad de reforzar su mensaje de la defensa a la democracia. Así podría salvar un capital político que le urge".
"Con eso conseguiría cierto capital. Hay que tener en cuenta que, en el balance del primer año, hubo más sombras que luces".
"Sin embargo, todo dependerá de la estrategia que tenga el Gobierno sobre lo que quiere comunicar. Pero un tema importante es que la Conaie no puede sostener de manera indefinida el paro. En las intervenciones de Leonidas Iza se ha escuchado que uno de los problemas que tiene es la logística. Hay una encuesta que señala que hay un rechazo a las formas de protesta”.
El poder no se puede basar en armas
Carolina Andrade es experta en seguridad y cree que las posiciones deben apegarse a lo político.
"Hasta el martes 21 de junio, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, tenía una actitud más desafiante que se puede entender por su cercanía con la Policía. Sin embargo, debe tener una posición estratégica y política más fuerte y no desafiante. Además de no alimentar el discurso estigmatizante hacia los pueblos indígenas. La salida está en primero tener calma y madurez política por parte del Gobierno para salir. Lo importante es la legitimidad popular. El poder no se puede basar en las armas y se necesita identificar mediadores legítimos".
"Lo que también ha dado algún resultado es el permitir las manifestaciones pacíficas, como ocurrió el miércoles 22 de junio. Eso ayuda a construir cierta confianza de que se pueden realizar movilizaciones sin ocasionar enfrentamientos".
"No se pueden cerrar las vías democráticas, porque sino se alimentan ideas tanto subversivas como fascistas de ciertos actores. No debe esperar más tiempo. Lo peor que puede pasar es que haya mayor agotamiento de Policía y Fuerzas Armadas y que se mantengan los enfrentamientos que pueden costar más vidas".
"El dar apertura para la Casa de la Cultura es una muestra para que se genere un espacio de paz. Ayuda a disminuir las tensiones, aunque se corre el riesgo de que el paro se mantenga en el tiempo. Pero sería una prueba del Gobierno de esa madurez política”.
Reconocer al otro y también sus acciones
Pedro Donoso es estratega en comunicación. Cree que la salida al conflicto debe ser desde lo político, para bajar la tensión.
“El Gobierno mantiene activas las vocerías policiales y militares y no las políticas. Hay más presencia de los ministros del Interior y Defensa que del Gobierno. Eso dice mucho".
"Por el lado del movimiento indígena se mantienen las vocerías de la Feine, Fenocín y la Conaie, aunque todo se centraliza en Iza".
"El problema es que no suelen concretar. En ese contexto, la salida es política. No es policial ni tampoco en la protesta violenta. Los dos bandos no utilizan a la política como la salida a este conflicto. Están en una narrativa de deslegitimar al otro y a sus acciones".
"La Conaie deslegitima a los convocantes al diálogo y con eso puede construir la conclusión de que yo no me reúno porque los convocantes no tienen legitimidad".
El Gobierno hace lo mismo respecto a las acciones de la Conaie .
Se debe reconocer al otro y a sus acciones. La lógica es bajar ese nivel de deslegitimación. Por eso es necesario un tercero que permita que la tónica no sea la deslegitimación del otro. Es decir, plantear que estos son los dos actores legítimos, con sus protagonistas y antagonistas. Pero hay que sentarse al diálogo. Sin embargo, también deben tomar en cuenta que no solo existen esos actores. Este conflicto es como una cebolla: tiene varias capas. Y hay gente interesada en el caos, de lado y lado. Por ejemplo, desde la Asamblea hay quienes quieren que haya represión y que no se llegue a un diálogo”.
Pensar en un proceso de concertación
Sofía Cordero es politóloga en el Instituto de Altos Estudios Nacionales – IAEN. Considera que las partes deben deponer posiciones ante la crisis.
“Las protestas ya no son del modelo pacífico de la primera década del 2000. Es algo que el Gobierno debe tener en cuenta. Esto sobre todo del lado de la línea del liderazgo de Iza".
"En ese escenario, el Gobierno puede buscar otras vías y otros liderazgos. Sin embargo, al mismo tiempo debe responder y hacer ofrecimientos, porque son legítimas las peticiones y han sido descuidadas. No es un Ejecutivo que puede lavarse las manos, porque es responsable de la situación social y de precariedad de la gente".
"Dentro de la misma Conaie hay otros liderazgos que están en Quito. Hay que tomarlos en cuenta y convocarlos. No se trata de desconocer a la Conaie. Pero esos liderazgos terminan opacados por la línea de Iza. Aunque, indiscutiblemente, él es el Presidente".
"Mientras más se tarde el Gobierno en dar respuestas, estas deben ser más contundentes y novedosas. Esto para que puedan calar en la parte de la sociedad que no está aún en la línea de la violencia. Aunque no haya apertura y considere que hay una postura intransigente, el Gobierno debe dar respuestas a los sectores que aún puede captar".
"Por ejemplo, se puede hablar de subsidios focalizados. También pensar en un proceso de concertación sobre cuáles son las necesidades reales en el campo. En la salud debe tomar las riendas y lanzar medidas para efectivizar la compra de medicinas”.