La cooperación militar gratuita de China hacia Ecuador se ha plasmado en acuerdos y convenios suscritos entre el 2010 y 2016 y que hasta el momento bordean los $ 29 millones.
De la información disponible en la Cancillería ecuatoriana, un convenio estaría vigente hasta el 2017, por un monto de 18 millones de yuanes, esto es cerca de $ 2,7 millones, y cuyo protocolo no establece la entrega de armas o municiones.
Este se suscribió el 9 de mayo de 2012. En este China ofrece materiales como vehículos de ambulancia, de cirugías, de laboratorio, de rayos X, de esterilización, de farmacia y otros, en cumplimiento de dos acuerdos entre las FF.AA. de Ecuador y el Ejército de Liberación de China, sobre asistencia militar gratuita, firmados el 12 de noviembre de 2010 y el 27 de diciembre de 2011, en la gestión de Javier Ponce.
En septiembre del 2014, la exministra de Defensa, María Fernanda Espinosa, suscribió otro por $ 4,8 millones. Entonces, el embajador de China, Shi Xiong, aseguró que su Ejército destinó “gratuitamente” 62 millones de yuanes a las FF.AA.
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Luego, en noviembre del 2015, el siguiente ministro, Fernando Cordero, firmó otro convenio para recibir 20 millones de yuanes ($ 3’130.600) en material que sería empleado en un eventual desastre natural.
Este 15 de agosto, Ecuador recibió otra donación por $ 9,2 millones. Fueron 26 contenedores: 16 con material para apoyar en la mitigación por los efectos del terremoto del 16 de abril y 10 con equipo técnico, como 10 mil fusiles AK 47.
Autorización ministerial
El Ministerio de Defensa informó a este Diario, tras un pedido de información, que se trata de dos cargamentos distintos. El de ayuda humanitaria se ejecutó tras la firma de un nuevo acuerdo en junio pasado por el ministro Ricardo Patiño; y el otro que trajo armamento corresponde al suscrito en septiembre de 2014 (por Espinosa), “que estableció una lista de materiales y equipos militares por medio de un protocolo suscrito en junio de 2015”, contenido que se desconoce.
La Ley sobre armas, municiones, explosivos y accesorios señala en el artículo 9 que estos implementos para uso del Estado “se adquirirán previa autorización otorgada por el Ministerio de Defensa, de acuerdo con el informe expedido por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas” (Comaco).
El Ministerio detalló que “entre los materiales de uso militar, están lanchas patrulleras con un sistema de armamento, simuladores de tiro y fusiles con municiones”, que serán asignados a la Fuerza Terrestre y el Comaco definirá aquello.
En el Comando se pidió que sea el Ministerio el que responda las inquietudes. Así, dicha cartera explicó que “todos los materiales son absolutamente nuevos y el Gobierno no ha invertido un centavo” y que “no se trata de fusiles para más soldados sino para reemplazar los que están obsoletos”. Los 10 mil fusiles AK 47, de origen ruso, de calibre 7-62, con municiones, son “una transferencia gratuita en materia de defensa”.
El coronel retirado, Alberto Molina asegura que las FF.AA. tienen el fusil HK y el AUG, de origen alemán y calibre 5-56, y que los AK 47 los usan en “un 90% grupos irregulares como las FARC”. Ahí ve riesgo: “Que estos vengan a proveerse de municiones”. Y “dependencia”, porque se habría enviado un millón de cartuchos, esto sería “cien por arma, y no alcanza ni para un día, ahí se produce una dependencia. Tenemos que comprar. Y ¿la ayuda humanitaria es traer fusiles?”, opina.
Para Ricardo Camacho, analista en seguridad ciudadana, la donación debió corresponder a un pedido militar, por su plan de modernización, y cuestiona: “Dónde está el informe que señale que las Fuerzas Armadas requieran estas armas de asalto, el fusil entregado tiene calidad… Pero ¿a quién se le ocurrió pedir, para qué?”.
También dice que la fábrica pública Santa Bárbara no produce el calibre del HK: “¿Ecuador tendrá que comprar las balas, es un regalo con piola?”.
En radio Democracia, el excanciller Francisco Carrión objetó que no se diga “abiertamente: ‘hemos pedido 10.000 fusiles y se hizo un análisis…’. Ahí, a nadie le habría sorprendido. El problema es la opacidad, la falta de transparencia”.
La vicepresidenta de la Comisión de Soberanía de la Asamblea, Dora Aguirre (AP), indicó que cuando Patiño acuda a rendir cuentas a esa mesa, le solicitarán información sobre esta donación.
Con información de El Universo