El Gobierno ecuatoriano, a través de la Cancillería, expresó su preocupación por el incidente suscitado la madrugada del lunes 22 de agosto, cuando un individuo no identificado intentó acceder de forma no autorizada a la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra asilado el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores explica que el personal de la embajada puso a disposición de la policía diplomática del Reino Unido "la evidencia en su poder para poder esclarecer este grave incidente". La Cancillería recuerda que, según estipula la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961), "el país receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de una misión diplomática contra toda intrusión o daño". Añade que en este caso, "la seguridad de la Embajada ecuatoriana ante el Reino Unido es responsabilidad de las autoridades británicas".
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De allí que el Gobierno ecuatoriano muestra su preocupación por "la respuesta inadecuada de las autoridades británicas, que arribaron a la misión diplomática más de dos horas después del incidente". También lamenta que, "a pesar de los ingentes recursos que el Gobierno británico ha destinado para evitar la salida de Julian Assange de la misión ecuatoriana, las autoridades no respondan con mayor celeridad ante un intento de acceso no autorizado, que constituye un incidente de extrema gravedad".
Finalmente, el comunicado reitera la voluntad del Gobierno de Ecuador de cooperar con las fuerzas de seguridad del Reino Unido "para prevenir futuros incidentes". Asimismo renueva su compromiso de proteger la vida y la integridad física de Assange.
Con información de El Telégrafo