El próximo domingo se cumplirá un año del terremoto de magnitud 7,8 que dejó 671 muertos, unos 12.000 damnificados y 69.000 edificaciones afectadas, la mayor parte en Manabí y Esmeraldas, Ecuador, reseña El Universo
Redacción El Político
La ayuda básica y solidaria llegó enseguida, como las carpas que aún sirven como refugio en los albergues temporales administrados por el Gobierno, pero que cada día que pasa resultan más incómodas para decenas de damnificados.
Al 7 de abril, son 3.600 personas (930 familias) las que aún viven en 15 albergues (10 en Manabí y 5 en Esmeraldas), según el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Por su parte, Lídice Larrea, titular de la cartera, destaca que estos refugios se convirtieron en hogares para los afectados.
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Quienes viven en albergues de Pedernales, Jama y Canoa señalan que es un ‘techo’ donde reciben las tres comidas diarias, kits de aseo mensuales, atención de salud, apoyo pedagógico, servicios básicos, seguridad, y están agradecidos por ello. Pero hay quienes ya quieren salir: “Es una carpa pequeña muy calurosa donde solo tenemos las camillas en las que dormimos, era temporal pero ya es un año”, comenta Santa, quien vive junto con su esposo y siete hijos.
Tanto ella como sus vecinos viven con la esperanza de recibir las ‘casitas’, como las llaman con cariño, ofrecidas por el Ministerio de Vivienda (Miduvi). La noticia de que el domingo 16 entregarían las primeras casas de la urbanización Ciudad Jardín Nuevo Pedernales hace soñar de nuevo a los habitantes de Pedernales 1 y 2.
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