Hasta el 2012, es decir hace cuatro años, se calculaba que en Estados Unidos había por lo menos 170 000 ecuatorianos en situación irregular o sin papeles. Ese dato se observa en un informe del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security), para lo cual se cruzaron cifras del Censo del 2010, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En ese mismo informe se señala que hay 6 720 000 mexicanos en situación irregular hasta el 2012, de un total de 11 430 000 ciudadanos de otros países como El Salvador, Guatemala, Honduras, Filipinas, India, Corea, China, Ecuador, Vietnam, entre otros. Se conoce que más de un millón de ecuatorianos vive en Norteamérica y que unos 1 200 ciudadanos de origen ecuatoriano son deportados anualmente, según una información del canciller Guillaume Long, citada por la agencia estatal Andes. En Estados Unidos, los compatriotas organizados preparan talleres de información para la comunidad de ecuatorianos, tras la ratificación de Donald Trump, en cuanto a su política migratoria.
Ayer, domingo 13 de noviembre, el recién elegido Presidente de Estados Unidos confirmó que construirá un muro en la frontera con México, también habrá rejas, en algunas zonas. Adelantó: “vamos a ir por los criminales y los que tengan un pasado criminal, miembros de pandillas, narcotraficantes. A mucha de esa gente, unos dos o incluso tres millones, la vamos a sacar del país o la vamos a encarcelar.
Cuando la frontera esté segura se definirá qué se hará con el resto de población sin documentos”. Cristóbal Lamar, quiteño de 33 años, vive desde hace 18 en New Jersey. Tiene un negocio particular, es residente, como sus padres. Y es uno de los dirigentes de la comunidad de ecuatorianos. Le preocupan las recientes declaraciones de Trump pues, según anota, aunque habla de deportar en primera instancia criminales, cuando hay una redada se llevan a todos. “Buscan a alguien con una orden de deportación y de pronto piden los documentos de todos los que encuentran. Hay un plan de deportación para quienes tienen pasado criminal que afectará también a quienes no lo tienen”. Lamar asegura que Trump ya “hereda una máquina de deportación, levantada bajo la administración (de Barack) Obama, quien también ha deportado a cientos de personas”. Y comenta que quien no posee papeles, igual tiene derechos. “Si alguien golpea la puerta de tu casa no tienes que abrirla, sin una orden judicial.
Además tenemos derecho a ir con un abogado”. En el estado de New York, en donde, de acuerdo al censo del 2010, se calcula viven alrededor de 300 000 ecuatorianos, los resultados electorales se recibieron con cierta angustia, ya que la agenda del candidato ganador incluyo temas de migración, que generan mucha incertidumbre. Desde el Consulado de Ecuador en Nueva York se ha previsto acompañar a la comunidad con una serie de talleres informativos en temas migratorios, para revisar las opciones vigentes, que ya existen para obtener algún estatus migratorio allá. Sin embargo, la primera reacción de muchos también ha sido pensar en el retorno. La cónsul de Nueva York, Linda Machuca, prefirió no brindar declaraciones. Señaló que eso le corresponde a la Cancillería. A los ecuatorianos les preocupa saber qué se entenderá como pasado criminal: pueden ser boletas por violencia doméstica, conducir en estado etílico, consumo de drogas.
Lamar apunta que la Policía a veces hace redadas en barrios en donde viven latinos. “Si lo hacen un viernes o sábado en la noche seguro encontrará a alguien bebiendo, no son criminales, pero es un delito. Si dirigieran esfuerzos a otras comunidades también encontrarían esos casos, no solo ocurre con las minorías hispanas”. Lamar cuenta que la mayoría de ecuatorianos en situación irregular proviene del sur de Ecuador. Asegura que muchos llegaron tras el feriado bancario en 1999. Por eso cree que hay compatriotas viviendo sin documentos desde hace unos 15 o hasta 25 años.
Trabajan en el área de la construcción y en restaurantes. "Estoy seguro de que por la política de Trump habrá padres de familia que quieran evitar que sus hijos pasen por una redada, es un hecho traumático. Enviarán a sus hijos a Ecuador y ellos batallarán solos la tormenta", apuntó. Y afirmó que eso ya ha estado ocurriendo. "Las familias se siguen rompiendo. Primero alguien vino dejando a sus padres, acá se enamoraron y tuvieron hijos y ahora sufren una segunda separación".
Con información de: El Comercio