Quien suscribe esta nota editorial votó anticipado ayer, en el Government Center de la ciudad de Miami. Un proceso rápido con dos tarjetones que contienen todas las decisiones que toma el ciudadano de Miami-Dade: el presidente de la Nación, cuatro representantes de la Cámara Baja y tres del Senado en Washington, así como once representantes del congreso estadal.
Otro apartado pregunta si queremos retener un Juez de la Corte Suprema de Florida y cinco jueces de la corte estadal de apelación. El Condado de Miami-Dade elige alcalde, cuatro comisionados y puestos en la Junta de Educación. También hay seis enmiendas constitucionales y tres referendos del condado.
Similar a esto, todo el país elige lo nacional, estadal y local. Es un sistema para el que se han tomado todas las precauciones, vigilado por ciudadanos entrenados, y validado por los distintos actores políticos que, también, lo monitorean desde cerca.
Se estima que las inconsistencias estén en el margen razonable de error y que el proceso en general será exitoso y los resultados confiables. Incluso para la votación por correo, que se coteja con controles previos y posteriores al voto mismo.
Para el momento de publicación de este editorial, ya vamos hacia 40 millones de personas que han sufragado. Confiemos en el sistema electoral, realizado y monitoreado por todos los partidos involucrados. Entendamos que siempre hay errores menores que de ninguna forma alteran un proceso de tal envergadura. Así ha sido siempre, incluso en Florida en el 2000… al final el gobierno y la ciudadanía hallan el camino hacia una satisfactoria consolidación de la democracia.
FNN