Nociones sobre cómo pedir un préstamo o calcular un presupuesto forman parte de los contenidos de una campaña paraguaya para la educación financiera, que busca derribar mitos arraigados en el país, como el de que "ahorrar es solo para ricos" o el de que "es mejor guardar el dinero bajo el colchón".
Cerca del 90 % de la población jamás accedió a educación financiera, mientras que el 86 % de la población no ahorra en instituciones formales, según los datos de una encuesta oficial de 2013.
El estudio concluye además que un 42 % de los paraguayos no tiene acceso a servicios financieros y menos del 30 % de los adultos mantiene una cuenta bancaria.
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Atendiendo a estas situaciones, el Gobierno paraguayo impulsa la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), que pretende que la población "esté mejor informada y maneje herramientas financieras para tomar mejores decisiones", declaró a Efe Adriana Insaurralde, secretaria ejecutiva del Comité Nacional de Inclusión Financiera, órgano gestor de la ENIF.
Como parte de la estrategia, el Gobierno prepara la campaña "Más vale saber", para difundir de manera didáctica información sobre manejo de las finanzas personales y derribar con argumentos muchos mitos arraigados en la población.
"Existen mitos, como que el dinero está para gastarlo, o que ahorrar es solo para ricos, cuando tenemos que entender que se trata de un hábito. Mucha gente también dice que no necesita elaborar un presupuesto, porque tiene todas las cuentas en la cabeza, o cree que es mejor guardar el dinero en el colchón o bajo una baldosa", enumeró la experta.
Además, en muchas zonas rurales, el ahorro se traduce en mantener animales, como cerdos o gallinas, para sacrificarlos o venderlos en épocas de mayores gastos, como la Semana Santa o el inicio del año escolar, para poder comprar los materiales educativos, relató.
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Para Insaurralde, la informalidad en el ahorro se produce por "el alto nivel de desconfianza y desinformación" de la población hacia bancos y financieras, pero también por las dificultades para acceder a estos servicios en zonas rurales.
Otro problema que detectó la encuesta son los índices altos de endeudamiento, con casi 12.000 docentes paraguayos sobreendeudados, cuyos salarios van directamente a pagar obligaciones, en su mayor parte generadas por créditos para el consumo de productos, detalló Insaurralde.
Además, en 2016 unos 24.000 pequeños productores campesinos sobreendeudados iniciaron una negociación con el Gobierno para pedir la condonación o la refinanciación de sus deudas.
Estos productores carecen en su mayoría de seguros agrícolas que les cubran en caso de pérdida de sus cosechas y forman parte del 74 % de la población paraguaya que no cuenta con ningún tipo de seguro, lo que les dificulta el pago de sepelios o servicios de salud.
De hecho, el gasto sanitario es la principal causa de endeudamiento en Paraguay, aunque la salud también es, junto con la educación, la principal motivación para ahorrar, recordó Insaurralde.
Agregó que la ENIF presta especial atención a las poblaciones vulnerables, como los 162.000 adultos mayores en situación de pobreza que son beneficiarios de subsidios estatales o las 140.000 personas que perciben transferencias condicionadas de programas sociales gubernamentales.
La ENIF se convierte así en "una herramienta de lucha contra la pobreza" respaldada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), que brinda 150.000 euros (unos 160.000 dólares) para reforzar las áreas de educación financiera y trabajo con poblaciones vulnerables, detalló a Efe Cristina Aldama, coordinadora general de la cooperación española en Paraguay.
Un millón y medio de personas, el 22,2 % de la población de Paraguay, vive en situación de pobreza, y un 9,9 % de personas se encuentra en situación de pobreza extrema, según datos oficiales de 2015.
Con información de: EFE