El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha advertido que se impondrán sanciones "duras y crecientes" al gobierno de Nicolás Maduro si Venezuela no acepta un flujo constante de vuelos de deportación de ciudadanos venezolanos desde territorio estadounidense. Rubio enfatizó que esta obligación "no es tema de debate ni negociación" y que no habrá recompensas por cumplir con ello.
La amenaza surge tras la reciente deportación de 238 venezolanos a El Salvador, acusados de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua. Esta acción fue justificada por la administración Trump bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, argumentando una supuesta "invasión" criminal, aunque expertos legales han cuestionado la validez de esta medida.
En respuesta, Maduro denunció estas deportaciones como un "secuestro" y anunció que recurrirá a organismos internacionales para proteger los derechos de los migrantes venezolanos afectados.
La situación ha tensado aún más las relaciones entre ambos países, especialmente después de que se cancelaran vuelos previamente acordados por razones que el gobierno venezolano atribuyó a problemas climáticos.
Estados Unidos ha dejado claro que no tolerará más excusas ni retrasos en la aceptación de los vuelos, advirtiendo que cualquier incumplimiento resultará en nuevas sanciones económicas y diplomáticas contra el régimen venezolano.