La Casa Blanca condenó hoy "fuertemente" los atentados que este viernes dejaron más de 50 víctimas mortales y cerca de 300 heridos en Pakistán en vísperas del fin del Ramadán.
"Estados Unidos condena fuertemente los ataques terroristas ocurridos en Parachinar y Quetta el viernes", dijo en un comunicado el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Spicer consideró, además, que esos atentados, dirigidos contra civiles, "son un fuerte recordatorio de la amenaza que representa el flagelo del terrorismo para toda la región".
El viernes un atacante suicida hizo volar un vehículo cargado de explosivos a la entrada de un cuartel de policía en la ciudad de Quetta dejando 11 muertos y 25 heridos, a lo que se sumó horas después un doble atentado en un mercado del área tribal de Parachinar que causó la muerte de 45 personas y dejó a otras 261 heridas.
Los ataques, que por ahora no han sido reivindicados por ningún grupo, tuvieron lugar a tres días del fin del Ramadán y del Eid-ul-Fitr, una de las fiestas más importantes para los musulmanes.
EFE