Estados Unidos abandona oficialmente este viernes el tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio (INF, por sus siglas en inglés) tras acusar a Moscú de no respetarlo durante años; una decisión que abre el camino a una nueva carrera armamentística frente a Rusia y, sobre todo, China.
El Político
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó la desaparición de este tratado como un paso peligroso que "probablemente aumentará, no reducirá, la amenaza que representan los misiles balísticos". "Cuando expire mañana el mundo perderá un freno invaluable en la guerra nuclear", dijo el jueves.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump asegura que el tratado ya está muerto debido a las violaciones de Rusia, acusación que el país niega. "El tratado INF fue útil para nosotros, pero solo funciona si las dos partes lo respetan", dijo hace poco el nuevo jefe del Pentágono, Mark Esper. "Estados Unidos respetará el tratado y todas sus obligaciones hasta el 2 de agosto y después haremos lo que nos convenga", declaró en el Senado.
Washington lanzó el 1 de febrero la retirada de ese acuerdo bilateral firmado durante la Guerra Fría, un proceso que dura seis meses. El presidente ruso, Vladimir Putin, ratificó el 3 de julio la suspensión de la participación de Rusia en ese acuerdo.
La retirada de los dos países pone fin al tratado INF que, al prohibir el uso de misiles con un alcance de entre 500 y 5.500 km, había permitido la eliminación de los proyectiles balísticos SS20 rusos y Pershing estadounidenses desplegados en Europa.
Los europeos mostraron su preocupación ante el riesgo de una nueva carrera armamentística en su continente, mientras el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró este viernes que la Alianza no quiere una nueva carrera armamentística. Stoltenber rechazó la posibilidad de una moratoria con Moscú, propuesta este viernes por el ministro de Exteriores ruso y que, en sus palabras, "no es creíble" y volvió a acusar a Rusia de "desplegar sus misiles en violación del tratado INF".
El final del tratado puede ser beneficioso para Estados Unidos, opinó el mes pasado el ex secretario de Defensa Ash Carter. "Desde un punto de vista militar, y no político, no está tan mal", dijo durante una conferencia en el centro de estudios Council on Foreign Relations. "Podríamos hacer un buen uso de lo que llamamos un ataque convencional rápido".
De hecho, el Pentágono se alegra de poder modernizar su arsenal para contrarrestar el creciente poder de China, que intenta asentar su supremacía militar en Asia.
El jueves, Trump dijo ante la prensa que el tema del INF ni siquiera fue mencionado cuando habló por teléfono con Putin el miércoles sobre los incendios forestales rusos.
Sin embargo, sugirió vagamente que podría crearse un nuevo tratado. "A Rusia le gustaría hacer algo sobre un tratado nuclear y eso está bien para mí. A ellos les gustaría hacer algo y a mi también", dijo.
Fuente: DW