Unos 2,000 migrantes, la mayoría de ellos originarios de Venezuela, avanzaron hasta la mitad del Puente Internacional Santa Fe, ubicado entre Ciudad Juárez, México, y El Paso, Texas, para presionar y exigir a las autoridades de EEUU que los dejaran entrar porque vienen en busca de asilo.
El Político
Los reportes indican, además, que el intento de ingresar a la fuerza, sobrepasando primero los controles del lado mexicano y luego intentando romper el cerco tendido por los agentes federales estadounidenses, con respaldo de la policía de Texas, no tuvo los resultados esperados.
A la pregunta respecto a quién organizó el intento por ingresar de esta manera a Estados Unidos, algunos migrantes entrevistados en el lugar dijeron que actuaron motivados por comunicados colgados en varias cuentas de redes sociales, principalmente Facebook y WhatsApp, donde les aseguraron que ese día iban a poder cruzar, principalmente familias con menores de edad.
Medidas de EEUU
La mayoría de las personas quienes intentaron el cruce llevaban varias semanas, incluso meses, esperando en el lado mexicano de la frontera esperando una oportunidad de entrar a Estados Unidos y pedir asilo, reportó Univision.
Un recurso legal disponible, pero severamente restringido desde el 5 de enero para cubanos, haitianos y nicaragüenses. Y desde octubre del año pasado para venezolanos.
La regla vigente exige que los ciudadanos de esos cuatro países deben tener un patrocinador en EEUU autorizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y deben ingresar al país por vía aérea y con un pasaporte válido.
Quiénes no tengan patrocinador, deben pedir una cita en el sitio CBP One. Pero en esa página, coindicen abogados y activistas, el gobierno solo programa unas cuántas citas por día y al otro lado de la frontera hay cientos de miles esperando un turno que nunca llega.
Graves consecuencias de por vida
“Sabemos que la ley de inmigración es una ley civil, no penal”, clarifica Rebeca Sánchez-Roig, quien ejerce en Miami, Florida y durante 15 años fungió como fiscal de inmigración para el Departamento de Justicia. Sin embargo, advierte, “existen estatutos penales federales que se aplican a ciertas acciones de inmigración, como lo sucedido el domingo, si se persigue el enjuiciamiento. Por ejemplo, a la entrada ilegal o la destrucción de propiedad del gobierno federal”, señala.
De acuerdo con reportes de medios y de autoridades federales estadounidenses, el grupo de extranjeros que avanzó por el Puente Internacional Santa Fe, “derribaron una barrera, destruyeron el alambre de concertina e intentaron entrar a Estados Unidos a la fuerza”, explica Sánchez-Roig. “Eso provocó el cierre del puente internacional mientras las fuerzas del orden aseguraban la zona”.
Durante la avalancha, las autoridades mexicanas pudieron retirar a los inmigrantes venezolanos del área. Sin embargo, ellos insisten en que seguirán buscando la forma del cruzar a EEUU y/o obtener una cita a través de la aplicación CBP One “porque tienen necesidades” que no están siendo escuchadas.
Entrada legal o ilegal a EEUU
La Ley de Inmigración (INA) “es una ley civil, no penal”, reitera Sánchez-Roig. “Sin embargo, existen estatutos penales federales que se aplican a ciertas acciones de inmigración, si se persigue el enjuiciamiento. Por ejemplo, a la entrada ilegal o la destrucción de propiedad del gobierno federal”.
De conformidad con 8 U.S.C. § 1325 (Código de Estados Unidos), puede ser un delito ingresar ilegalmente al país. Esta sección convierte en un delito ingresar ilegalmente los Estados Unidos.
Y se aplica a las personas que no ingresan con la inspección adecuada en un puerto de entrada, así como aquellas que ingresan entre puertos de entrada, evitan el examen o la inspección, o que hacen declaraciones falsas al ingresar o intentar ingresar.