Según dos funcionarios en Washington, EEUU no está listo para discutir un intercambio de prisioneros como el descrito en una carta y en un video dirigidos al presidente Joe Biden por el estadounidense Eyvin Hernández.
El Político
Uno de los funcionarios estadounidenses, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Eyvin Hernández fue “muy posiblemente coaccionado” para pedirle a Biden que lo canjeara junto a otros siete detenidos estadounidenses por Álex Saab, el presunto testaferro de Nicolás Maduro.
¿Por qué es importante?
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense indicó que las conversaciones sobre un intercambio de prisioneros que involucre a Saab podrían ser posibles con Venezuela después de que su juicio haya concluido.
“Advierto, enfáticamente, contra cualquier informe que sugiera que se llegó a un acuerdo para asegurar la liberación de un estadounidense detenido injustamente en Venezuela o que hay conversaciones activas sobre la liberación de un importante sospechoso criminal que ni siquiera ha ido a juicio”, dijo el portavoz a Reuters.
Cualquier información de este tipo, dijo el vocero, serviría “como un parlante de los deseos” del régimen venezolano.
El funcionario estadounidense también dijo que no se estaban llevando a cabo conversaciones sobre un intercambio de prisioneros.
En contexto
Hernández, un defensor público de Los Ángeles, envió la carta y el video a Biden en febrero. “Hago este llamamiento en nombre mío, de mi familia, de mis amigos y de todos los demás estadounidenses que están aquí detenidos ilegalmente en Venezuela”, dijo Hernández en el video, que fue revisado por Reuters pero no fue difundido públicamente. “Sabemos que seremos liberados si hace un intercambio por Álex Saab por todos nosotros”, reportó Infobae.
El Ministerio de Información del régimen de Venezuela no respondió de inmediato a las preguntas sobre si se estaba considerando un intercambio de prisioneros de este tipo y si Hernández fue coaccionado para hacer el video.
En el video Hernández dice que cambiarlo a él y a los otros siete detenidos estadounidenses por Saab, muy cercano al dictador Nicolás Maduro, sería la “única forma” en que podrían ser liberados.
Saab, extraditado desde Cabo Verde a Florida en 2021, está acusado de desviar alrededor de 350 millones de dólares de Venezuela a través de Estados Unidos en un esquema de soborno vinculado a la tasa de cambio controlada por el Estado del país sudamericano. Saab niega la acusación. No se ha fijado fecha para su juicio.
Entre líneas
Biden sostiene que obtener la libertad de los estadounidenses detenidos injustamente en el extranjero es una prioridad máxima. Ha presidido una serie de intercambios, en particular uno en diciembre en el que Moscú liberó a la estrella de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA, por su sigla en inglés) Brittney Griner a cambio de Viktor Bout, un traficante de armas convicto que cumplía una condena de 25 años en Estados Unidos.
El hermano de Hernández, Henry Martínez, dijo a Reuters desde Los Ángeles que la familia “no tiene ninguna información oficial de Estados Unidos sobre este posible intercambio”.
En el video, Hernández no estaba afeitado. Parecía bien alimentado, vestido con un suéter verde sobre un uniforme azul de prisión.
La carta escrita a mano estaba sobre el escritorio frente a él. El video parecía haber sido grabado en el centro de retención donde permanece recluido Hernández, en Caracas, lo que sugiere que las autoridades venezolanas permitieron que se grabara y enviara la carta.
En su misiva Hernánez escribió que su pedido de un intercambio de prisioneros fue respaldado por otros tres detenidos estadounidenses: Jerrel Kenemore, Jason Saad y Joseph Cristella.
En conclusión
La administración Biden declaró en octubre pasado a Hernández, de 45 años, detenido injustamente. Él y Kenemore, de 53 años, fueron arrestados en marzo de 2022 y acusados de ingresar ilegalmente a Venezuela desde Colombia.
También en octubre pasado, el régimen de Venezuela liberó a siete estadounidenses a cambio de dos familiares de Maduro encarcelados por narcotráfico en Estados Unidos, en un proceso de conversaciones entre funcionarios estadounidenses y venezolanos que comenzó en marzo de 2022.
Esas conversaciones marcaron un cambio en la política de Estados Unidos tras la campaña de “máxima presión” del ahora exmandatario Donald Trump, que impuso sanciones destinadas a obligar a Maduro a ceder el poder, luego de considerar como fraudulentas su reelección en 2018.
Pero Washington dice que el gobierno de Maduro debe tomar medidas concretas hacia elecciones libres, liberar a los políticos detenidos, entre otros, para considerar cualquier posible flexibilización de las sanciones.