Tras siete años de hostilidades, Arabia Saudita e Irán, enemigos de larga data, anunciaron este viernes que pactaron restablecer lazos diplomáticos. Y en Washington crece el temor de que el acuerdo pudiera suponer el fin de la preeminencia de Estados Unidos en la región y fuera de ella.
El Político
Riad y Teherán tienen previsto reabrir sus embajadas en un plazo de dos meses en virtud de un acuerdo mediado por China, según informaron Arabia Saudita e Irán en una declaración conjunta tras las conversaciones mantenidas este viernes en Pekín, reportó NbcNews.
También esperan volver a aplicar un pacto de seguridad firmado hace 22 años por el que ambas partes acordaron cooperar en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el lavado de dinero, así como reactivar un acuerdo comercial y tecnológico de 1998.
El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, lo calificó de "victoria para el diálogo" y el Secretario General de la ONU, António Guterres.
Naciones Unidas dio la bienvenida al acuerdo entre Arabia Saudita e Irán para reanudar las relaciones diplomáticas y elogió el papel de China en el proceso, informó el portavoz de la #ONU, Stephane Dujarric https://t.co/O9Tkl1fM0v pic.twitter.com/9tpkNstAXh
— China Xinhua Español (@XHespanol) March 11, 2023
¿Por qué es importante?
El anuncio de este viernes es también una victoria diplomática para China en una región del Golfo que durante mucho tiempo se ha considerado parte del dominio de influencia de Estados Unidos.
Se produce en un momento en el que el Gobierno de Biden intenta anotarse su propia victoria en el Medio Oriente al tratar de negociar un pacto de normalización entre Israel y Arabia Saudita.
Aaron David Miller, asesor de política de Oriente Medio en el Departamento de Estado durante 25 años, señaló que este anuncio "demuestra que la influencia y credibilidad de Estados Unidos en la región ha disminuido y que se está produciendo un nuevo tipo de alineamiento regional internacional, que ha dado poder y una nueva influencia y estatus tanto a Rusia como a China", afirmó Miller.
Miller se desempeña actualmente como investigador principal en la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.
#WangYi: "El acuerdo del reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre #Irán y #ArabiaSaudita es una victoria de la paz y el diálogo."
#CGTNAmerica pic.twitter.com/oyVLG8bM9P— Zhang Run 张润 (@EmbZhangRun) March 11, 2023
Entre líneas
Mientras que algunos analistas políticos y ex funcionarios afirmaron que el acuerdo negociado con China parecía indicar una reducción del papel de Estados Unidos en la escena mundial, otros afirmaron que Washington nunca tuvo la oportunidad de mediar en un acuerdo de este tipo porque no dispone de medios para dialogar con Irán. Estados Unidos no tiene relaciones con Teherán, lo que le aparta de las negociaciones y conversaciones.
China dará sin duda una "vuelta de la victoria", para disgusto de Estados Unidos, dijo Jonathan Lord, director del Programa de Seguridad en Oriente Medio del Center for New American Security, a pesar de que saudíes e iraníes llevan tiempo queriendo llegar a un acuerdo.
"Está claro que China va a pregonar su papel en la escena internacional como árbitro y negociador entre naciones", dijo, "pero estaba muy claro que había tanto intención como esfuerzo por parte de iraníes y saudíes durante años para llegar a este punto".
Según Thomas Countryman, subsecretario de Estado para la Seguridad Internacional y la No Proliferación durante la administración Obama, el hecho de que China haya alcanzado este acuerdo no supone necesariamente una amenaza para Estados Unidos. Dado que China mantiene lazos económicos y diplomáticos con Riad y Teherán, tendría sentido que pudiera llegar a un acuerdo con ambas naciones".
"Lo que me preocupa es que, en el clima actual de Washington, cualquier cosa que haga China será vista como una señal de intenciones pérfidas y una demostración de que China pretende dominar el mundo", afirmó Countryman. "El hecho es que sólo alguien como China podía haber mediado en este acercamiento".
Aunque sin duda disfrutará de la estima internacional, Pekín también está sirviendo a sus intereses internos.
Por su parte, Naftali Bennett, ex primer ministro de Israel, criticó el acuerdo entre Arabia Saudí e Irán y culpó de él al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu. Dijo que era un "acontecimiento peligroso" para Israel, ya que el país trata de construir un baluarte contra Irán.
"Es un golpe mortal a os esfuerzos por construir una coalición regional contra Irán", afirmó.
En contexto
Teherán se enfrenta a críticas internacionales por suministrar armas a Rusia para ayudarla en su invasión de Ucrania, proseguir sus esfuerzos para enriquecer uranio que podría permitirle desarrollar un arma nuclear, castigar a su pueblo por participar en protestas antigubernamentales y escalar las tensiones con Israel.
Todos estos son elementos que Estados Unidos ha elevado a la escena mundial como una acusación contra el gobierno iraní.
El acuerdo se anunció meses después de que el presidente Joe Biden visitara Arabia Saudí, pocas semanas antes de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, para apelar a que ayudara a mantener bajos los precios del gas.
En lugar de ello, Riad llegó a un acuerdo por separado con Rusia y otros Estados productores de petróleo para reducir la producción. El gobierno de Biden lo consideró una puñalada por la espalda y prometió que los saudíes se enfrentarían a las "consecuencias".
Pero parece que los saudíes se sintieron vulnerables, dijo Miller. "Cuando dependes de una gran potencia, buscas alinearte con otra para llegar a acuerdos con tus adversarios", señaló.
A través de los diálogos en igualdad se logra el entendimiento y la paz entre los países. ¡Felicidades a #ArabiaSaudita e #Irán! pic.twitter.com/aX6tQfcH06
— Zhang Run 张润 (@EmbZhangRun) March 10, 2023
Washington se mantendrá alerta
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, coincidió en que es un avance positivo y confió en que sirva entre otros puntos para poner fin a la guerra en Yemen, pero instó a mantenerse escéptico.
"Está por ver si los iraníes van a respetar su parte del acuerdo. No es un régimen que habitualmente cumpla su palabra", apuntó en otra comparecencia ante la prensa, reseña DW.
Desde EEUU se restó importancia al hecho de que China haya ejercido de mediador y se recalcó que el rol de Pekín no debe interpretarse como una pérdida de su propia influencia en Oriente Medio.
Kirby apuntó que, aunque Estados Unidos no estuvo directamente implicado en este pacto, los saudíes le mantuvieron informados, y consideró que lo que contribuyó a que Irán se sentara en la mesa de negociación fueron las presiones internas y externas, "no una invitación de China".
El portavoz estadounidense añadió que Washington se mantendrá alerta respecto a China: "No es que estemos ciegos. Ciertamente seguiremos vigilando a China mientras siga intentando adquirir influencia y apoyos en el mundo por sus propios intereses egoístas", concluyó.
Por mediación de China ??,????#ArabiaSaudí e #Irán restablecen las relaciones diplomáticas desde #Beijing.??????????
pic.twitter.com/WZ2MFReaZz— Zhang Run 张润 (@EmbZhangRun) March 10, 2023
¿Qué se puede esperar?
Es probable que China aproveche esta oportunidad para reforzar su seguridad energética mediante una relación más estrecha con los dos países productores de petróleo.
Pekín depende del petróleo de Irán y Arabia Saudí, mientras que Estados Unidos y Europa han buscado garantías energéticas en otros lugares, afirmó Brian Katulis, vicepresidente de política del Middle East Institute.
"No se trata sólo de simbolismo", afirmó. "A (China) le importa bastante tener acceso a esos recursos energéticos".
Irán y Arabia Saudí también tienen mucho que ganar. Los dos rivales de larga data en Oriente Medio han librado una guerra por poderes en Yemen a través de los rebeldes Houthi vinculados a Irán, y el gobierno alineado con Arabia Saudí que también ha recibido apoyo del gobierno de Estados Unidos.
Los representantes de ambos países están enfrentados en otros lugares de la región, como Líbano e Irak.
Según los expertos, es posible que el acuerdo reduzca las tensiones entre la Arabia Saudí suní y el Irán chií. Muchos esperaban que disminuyera la violencia en Yemen y se redujeran las disputas entre ambos países.
Sin duda, los saudíes ven el acuerdo como un medio para intentar reducir la capacidad de Irán de amenazarles, o "al menos limitar algunos de los incentivos iraníes para crear problemas", dijo Dennis Ross, ex enviado para Oriente Medio que ha trabajado tanto para administraciones republicanas como demócratas.
Ross dijo que no creía que el acuerdo cambiara nada en cuanto a la relación fundamental entre ambos países. El restablecimiento de los lazos diplomáticos entre ambas naciones "refleja un interés mutuo, pero se enmarca en una relación de profunda desconfianza", afirmó.