Joe Biden, presidente de EEUU, envió 1,500 militares a la frontera con México ante el previsto aumento del flujo de migrantes tras el fin de las restricciones vigentes de salud pública contenidas en el llamado Título 42.
El Político
Los soldados serán enviados para concentrarse en tareas administrativas a fin de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) pueda trabajar en el campo.
También se reveló que los militares no realizarán tareas de control migratorio, reportó The Hill.
Desplegados 90 días en la frontera de EEUU y México
Serán desplegados durante 90 días y no se les asignará ninguna tarea como detener o procesar a los migrantes. En cambio, las unidades militares ayudarán con el transporte, tareas administrativas y la detección de narcóticos.
Las medidas tomadas durante la pandemia de covid-19 le permitían a las autoridades estadounidenses negarle la entrada a miles de migrantes en la frontera sur. Tales restricciones finalizarán el 11 de mayo. El gobierno de Biden ya ha tomado varias medidas para fortalecer la frontera antes de eso.
El despliegue se produce a pedido del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés), dijeron las autoridades.
Envío de tropas para aliviar carga de trabajo
La medida para enviar unidades militares a la frontera sur está diseñada para aliviar parte de la presión sobre los funcionarios de CBP que se están preparando para un fuerte aumento en los cruces una vez que ya no puedan expulsar a los migrantes bajo el Título 42, una restricción de salud que se promulgó por primera vez en marzo de 2020 y que llega a su fin este mes.
Las acciones de Biden siguen movimientos similares del expresidente Donald Trump, quien desplegó tropas en servicio activo en la frontera para ayudar al personal de la patrulla fronteriza a procesar grandes caravanas de migrantes, además de las fuerzas de la Guardia Nacional que ya estaban trabajando en esa capacidad.
Actualmente, hay aproximadamente 2,700 miembros de la Guardia Nacional en la frontera entre EEUU y México.
Para Biden, quien anunció su campaña de reelección demócrata hace una semana, la decisión indica que su administración se está tomando en serio un esfuerzo por reducir la cantidad de cruces ilegales, una fuente potente de ataques republicanos, y enviar un mensaje a los posibles cruces fronterizos para que no lo intenten.
Medida para manejar el hacinamiento
La medida es otra línea de defensa de EEUU en un esfuerzo por manejar el hacinamiento y otros posibles problemas que podrían surgir a medida que los funcionarios fronterizos se alejan de las restricciones del covid-19.
La semana pasada, funcionarios del gobierno anunciaron que trabajarían para evaluar rápidamente a los inmigrantes que buscan asilo en la frontera, deportar rápidamente a los que se considere que no están calificados y penalizar a las personas que cruzan ilegalmente a los EEUU o a través de otro país.
También informaron que abrirán centros fuera de EEUU para que las personas que huyen de la violencia y la pobreza soliciten volar de forma legal y establecerse en Estados Unidos, España o Canadá. Los primeros centros de procesamiento se abrirán en Guatemala y Colombia, y se espera que sigan otros.