Los republicanos de la Cámara de Representantes votaron a última hora del lunes a favor de restringir significativamente el poder de una entidad de ética independiente que investiga las acusaciones de mala conducta contra los legisladores y su personal.
La votación, a puerta cerrada y sin previo aviso, se produjo durante una reunión en la que los principales líderes republicanos de la Cámara Baja, Paul Ryan y Kevin McCarthy, se opusieron a esa medida, que será sometida hoy a voto en el pleno.
Hoy se inaugura precisamente un nuevo periodo de sesiones del Congreso, donde los republicanos mantienen su mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado tras las elecciones legislativas del pasado noviembre.
La enmienda adoptada por los republicanos en la reunión del lunes a propuesta del legislador Bob Goodlatte coloca a la llamada Oficina de Ética del Congreso (OCE), ahora independiente, bajo la jurisdicción del Comité de Ética de la Cámara Baja.
De ese modo, se otorga el papel de vigilancia ética e investigación a los propios legisladores, a través de ese Comité de Ética de la Cámara Baja, acusado en el pasado de ignorar acusaciones creíbles de actos ilícitos contra congresistas.
La OCE se estableció como una entidad no partidista e independiente dentro del Congreso en 2008, bajo el liderazgo de la entonces presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, y tras varios escándalos de corrupción y malas prácticas protagonizados por legisladores.
En un comunicado, Pelosi denunció que la votación en favor de debilitar el poder de la OCE indica que “la ética es la primera víctima del nuevo Congreso republicano”.
Goodlatte, presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, defendió, por su parte, que su enmienda no pretende “impedir” el trabajo de la OCE.
Con información de EFE