La operación del lunes formaba parte de un ejercicio más grande de la OTAN que encabezó el grupo de trabajo de bombarderos de la Fuerza Aérea de EEUU.
El Político
En la operación «Allied Sky» (Cielo aliado), cerca de 100 aviones de 22 países miembros de la OTAN se juntaron para sobrevolar todos los países que integran la alianza del Atlántico Norte en un lapso de 12 horas.
«Las misiones de bombarderos demuestran la credibilidad de nuestras fuerzas para afrontar un entorno global de seguridad que es más diverso e incierto que en cualquier otro momento de nuestra historia», dijo el general Jeff Harrigian, comandante del Comando Aéreo Aliado de la OTAN, las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África a CNN.
«La misión de hoy es una demostración impresionante de la superioridad aérea de la OTAN y juntos no hay ningún reto que no podamos afrontar», agregó.
EEUU probó su arsenal
Si bien la interceptación que hicieron los aviones de la RAF en cielos británicos era simplemente un ejercicio, cuando las Fuerzas Aéreas estadounidenses sobrevuelan partes de Europa del este, el Báltico o el mar Negro con frecuencia se encuentran con aeronaves rusas.
Para momentos como esos es que entrenan el capitán Berglund y su tripulación.
«Las cosas pueden pasar bastante rápido, es difícil predecir cuán ocupado está el espacio aéreo, cuán ocupadas están las radios, si habrá otros aviones», dice. «En realidad es solo repasar todas las contingencias en tu cabeza, cómo actuar si algo cambia».
En la última década, varios encuentros con aeronaves rusas han sido calificados como peligrosos por parte de las fuerzas armadas estadounidenses, quienes han criticado a sus homólogos rusos por acciones poco profesionales y peligrosas.
Rusia respondió
Rusia desplegó la semana pasada tres de sus bombarderos Tu-22M en la base aérea de Hmeymim en Latakia, Siria.
El Tu-22, también conocido como ‘Backfire’, sobrevoló Siria muchas veces en los últimos años, mientras Rusia intervenía para ayudar al presidente Bashar al-Assad durante la guerra civil del país. Sin embargo, antes siempre volaban desde sus bases en Rusia.
Esta es la primera vez que se despliegan en Hmeymim. La medida forma parte de un compromiso más amplio de Rusia con la región, donde también está invirtiendo millones para expandir la base naval de Tartus tras acordar un contrato de arrendamiento a largo plazo con el gobierno sirio.
Si se sigue expandiendo la huella de Rusia en la región, podría representar una amenaza para las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en el Mediterráneo, pero también para los aliados de Estados Unidos en el Medio Oriente, por ejemplo Israel.
Viejo pero confiable en EEUU
Los B-52 de la Fuerza Aérea estadounidense se construyeron en la década de 1950. El KC-135 llegó poco tiempo después, en 1957. De cerca, los signos del paso del tiempo se detectan fácil.
Los motores del KC-135 son ruidosos, y la única forma de comunicarse desde el despegue hasta el aterrizaje; es a través de auriculares de última generación que eliminan los ruidos.
Si bien se han actualizado la aviónica y los sensores, varias pantallas siguen siendo analógicas y la mayoría de las tareas se hacen manualmente.
«Es vieja, pero confiable», dice el capitán Berglund por el intercomunicador, y la tripulación asiente. «La actualizan de vez en cuando, pero es confiable y funciona, así que no hay necesidad de cambiar mucha cosa», explica.