El Gobierno estadounidense anunció la venta a Taiwán de 100 sistemas de defensa marítima Harpoon y 400 misiles de este tipo por 2.370 millones de dólares, una transacción a la que China había advertido que respondería con sanciones.
El Político
El Gobierno del presidente Donad Trump "notificó hoy formalmente al Congreso una venta de cien Sistemas de Defensa Costera Harpoon (HCDS), incluidos 400 misiles de superficie RGM-84L-4 Harpoon Block II, por valor de 2.370 millones de dólares", informó un funcionario del Departamento de Estado que pidió no ser identificado.
Antes incluso del anuncio, el Gobierno Chino anunció hoy la imposición de sanciones a los fabricantes de este sistema de misiles, Lockheed Martin, Boeing Defense y Raytheon.
Departamento de Estado
Según el Departamento de Estado, la venta, a la que ahora deberá dar su visto bueno el Congreso de Estados Unidos, comprende material "necesario para permitirle (a Taiwán) mantener una capacidad de autodefensa suficiente".
"Si se concluye la venta, este sistema mejorará la capacidad defensiva de Taiwán, que tiene la intención de utilizar sus propios fondos para esta compra", dijo el funcionario a El Economista.
El Gobierno de Trump mantiene una política de enfrentamiento con China y da prioridad al fortalecimiento de las relaciones con Taiwán, incluida la venta de armas, pese a que en 1979 Washington rompió sus relaciones con Taipéi, que se convirtieron en informales, tras reconocer a la República Popular China.
Además de una política de imposición de aranceles, la actual Administración estadounidense envió en agosto pasado a Taiwán a su secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, en la primera visita de un funcionario de más alto rango a la isla desde entonces.
Taiwán contra China
Taiwán tiene una población de unos 23 millones de personas y ha sido gobernada desde hace 75 años por un régimen que se refugió en ese territorio luego que los comunistas tomaran el poder en China continental durante la guerra civil china.
La República Popular China considera al territorio insular como una de sus provincias y amenaza con usar la fuerza en caso de una proclamación formal de independencia o intervención externa, especialmente estadounidense.