La rivalidad entre el gobierno comunista de China y los Estados Unidos aumenta cada vez más. Por su parte, el mandatario norteamericano ha dirigido sus esfuerzos en aliarse con naciones y estableceré proyectos que lo ayuden a tomar la delantera en esta contienda.
El Político
En la más reciente reunión del G20 en Nueva Delhi, el pasado sábado 9 de septiembre, Estados Unidos anunció, junto con la Unión Europea, el inicio de dos grandes proyectos de infraestructura; la creación de un Corredor Económico India-Oriente Próximo-Europa y otro Corredor Transafricano.
Este proyecto podría representar un ataque directo al gobierno chino, en contra de su más reciente actualización de la histórica Ruta de la Seda junto con BRICS.
Como parte de su primer plan, establecen la creación de en un vasto proyecto para conectar por tren y por mar Europa con Oriente Próximo e India, como parte de la Asociación para las Infraestructuras y la Inversiones Globales puesta en marcha hace dos años, por el mismo Biden.
"Vamos a invertir en barcos y tren desde India hasta Europa a través de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania e Israel. Vamos a tender puentes entre los dos continentes para abrir infinitas oportunidades facilitando enormemente el comercio, la exportación de energía limpia, mejorar el acceso a electricidad limpia fiable, a tender cables que conecten a las comunidades a un Internet, a contribuir a un Oriente Próximo más estable, más próspero e integrado", afirmó el mandatario norteamericano.
Este primer proyecto fue calificado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como un proyecto "histórico", el cual permitirá acelerar el comercio entre la UE e India en un 40%.
El segundo proyecto surge en búsqueda de beneficiar a todo el continente africano, con la creación de un “Corredor Transafricano” el cual, según explicó el jefe de la Casa Blanca, se trata de un proyecto público-privado en el que también colaborará la Unión Europea.
"Vamos a invertir en una nueva vía férrea entre el puerto occidental de Angola, República Democrática del Congo, Zambia y hasta el océano Índico", explicó Biden.
Según informó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, también formará parte del proyecto Jordania e Israel, este último sin relaciones diplomáticas con Arabia Saudí.
Con este nuevo corredor, se busca reconfigurar el comercio entre los países de Europa, el Golfo Pérsico y el sur de Asia y reducir significativamente el tiempo de transporte de mercancías entre estas naciones.
Por su parte, los encargados de anunciar este ambicioso proyecto se enfocaron únicamente en delinear los objetivos del proyecto, sin mencionar cómo sería el financiamiento de este.
Sin embargo, se sabe que el siguiente paso será que los países firmantes creen grupos de trabajo en 60 días para que puedan identificarse las áreas en las que hace falta inversión y establecer un cronograma realista para su ejecución, según explicó Amos Hochstein, asesor principal de Biden para infraestructuras.
Contraataque de Estados Unidos
El reciente anuncio de la creación de un “Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa" tiene un gran significado político. El cual aumenta significativamente la fuerza del Gobierno de Biden ante la comunidad internacional, luego de dejar en evidencia que este se ha marcado como objetivo contrarrestar la influencia de la Ruta de la Seda de China.
Diez años atrás, el presidente comunista chino, Xi Jinping, lanzó la iniciativa de este proyecto, cuyo legado, hoy en día, incluye proyectos de infraestructura multimillonarios, préstamos a países en desarrollo y la expansión del poder geopolítico y económico de China por los cinco continentes. Es por esto que, como medida de contraataque por parte del gobierno estadunidense, establecen un nuevo proyecto, el cual contrarreste poder, negocios e influencias a los chinos.