El Ejército de Guatemala se mostró respetuoso del proceso judicial y dispuesto a colaborar tras la detención de 13 militares acusados de asesinar a golpes a un joven en diciembre del año pasado.
La portavoz del ente castrense, la teniente coronel de Sanidad Militar Karen Pérez, dijo a Efe que no se puede "emitir opinión" por estas detenciones debido a que el personal se encuentra "en el proceso correspondiente".
No obstante, indicó que el Ejército "es respetuoso de las leyes vigentes" y que está "a disposición de las autoridades correspondientes hasta que se dilucide la situación" y añadió que todo el personal de la institución "ha sido instruido con respeto a los protocolos de actuación".
Un total de 13 soldados de una Brigada Militar, entre cabos, sargentos, tenientes, especialistas y policías militares, fueron detenidos este domingo acusados de matar el 23 de diciembre de 2015 a golpes a Héctor Donaldo Contreras Sánchez, en el municipio capitalino de Mixco.
Los hechos tuvieron lugar en la Colonia El Milagro, cuando los supuestos agresores, pertenecientes a la Brigada Militar de San Juan Sacatepéquez y cuya misión era apoyar a la Policía en materia de seguridad, le dieron el alto a un grupo de jóvenes.
Presuntamente, el grupo de militares primero agredió verbalmente a la víctima y luego la golpearon en el estómago con la culata de un fusil, la agarraron del cuello, la presionaron contra la pared y al faltarle el oxígeno cayó al suelo inconsciente, momento que aprovecharon para "patearlo" argumentando que se encontraba drogado.
Minutos después, el joven despertó y sus amigos lo llevaron a su casa, pero sus familiares lo trasladaron hacia un centro de salud y falleció al día siguiente en su casa en los brazos de su madre.
La autopsia logró determinar que la causa del deceso del joven, que no estaba bajo los efectos de ninguna droga, fue la paliza que le propinaron los militares, pues presentaba "contusiones en un ojo, en el páncreas y en el riñón izquierdo, ruptura con estallamiento duodenal y síndrome asfíctico -trauma abdominal, peritonitis-".
Por tal hecho, la fiscalía imputará a los detenidos los delitos de ejecución extrajudicial, incumplimiento de deberes, omisión de denuncia y obstaculización a la acción penal.
En una entrevista reciente con Efe, el coordinador académico del informe Estadio de la Región, Alberto Mora, denunció que en Centroamérica, una de las regiones más violentas y pobres del planeta, los Gobiernos han decido revitalizar el papel de los Ejércitos en actividades civiles fortaleciendo sus capacidades armamentísticas, lo que amenaza la estabilidad democrática.
"Este fortalecimiento de las Fuerzas Armadas (…) no obedece a problemas de seguridad nacional", por lo que esta decisión implica "riesgos para la estabilidad democrática", señaló Mora.
De 2004 a 2014, los Gobiernos de Centroamérica han gastado 2.015 millones de dólares en compra de armas y equipamiento militar a Estados Unidos, argumentando que estas medidas son necesarias para luchar contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.
En los países del istmo, con excepción de Costa Rica y Panamá que no tienen ejército, hay un crecimiento del personal militar: Guatemala incrementó su milicia un 57 % en 6 años (al pasar de 14.193 en 2008 a 22.326 en 2014) y El Salvador en un 50 %, llegando en 2014 a un contingente de 24.799 miembros, el más numeroso de la región.
Con información de EFE