Las fuerzas gubernamentales sirias avanzaron hoy frente a grupos rebeldes e islámicos por el centro de la ciudad de Alepo (norte), mientras que los bombardeos continuaron castigando los barrios del este, bajo control opositor, donde doce personas fallecieron.
Fuentes militares, citadas por la agencia de noticias oficial, SANA, anunciaron que el Ejército recuperó el dominio del barrio de Al Farafira, en el casco antiguo de Alepo, tras duros combates contra "grupos terroristas".
Las fuentes destacaron que los soldados mataron a un número indeterminado de sus adversarios durante esos enfrentamientos, y que ahora se afanan en limpiar la zona, situada al noroeste de la ciudadela monumental de Alepo, de minas y artefactos explosivos.
Dentro de Alepo, los efectivos del régimen tienen tres frentes abiertos en su lucha contra los opositores: uno en el norte, en el distrito de Al Handarat; otro en el casco antiguo; y un tercero en la zona de Proyecto 1070, en el suroeste.
SANA subrayó que las fuerzas armadas destruyeron un cuartel de organizaciones terroristas mediante una explosión en un túnel cavado debajo del barrio de Al Idaa, en el oeste de la población; mientras que dieron "un golpe" contra otra base de sus oponentes en Al Brich, al sur de Handarat.
En declaraciones a Efe por internet, el portavoz del rebelde Ejército del Islam, Hamza Birqadar, explicó que, tras tomar el área de las academias militares en el sur de Alepo, las fuerzas del presidente sirio, Bachar al Asad, y las milicias que las apoyan se trasladaron hace unas semanas a Handarat.
Allí, los efectivos gubernamentales recuperaron recientemente el dominio del campo de refugiados palestinos de Handarat, aunque los rebeldes les arrebataron su control hace dos días.
Otro frente de guerra abierto, apuntó Birqadar, es la zona de Al Brich y del hospital Al Kindi, al sur de Handarat, donde "ayer hubo un intento de progresar por parte de las bandas de Al Asad, pero los muyahidines (guerreros santos) las repelieron".
Además, el portavoz insurgente indicó que la artillería del Ejército del Islam disparó hoy contra unos barracones militares del Club de Oficiales de Alepo, "en venganza por la masacres que perpetra el régimen y sus milicias contra los civiles" de la población, aunque no especificó los daños que causaron.
Entretanto, los bombardeos han proseguido contra los barrios del este de la ciudad, asediados por las autoridades.
Como consecuencia de esos ataques, al menos doce personas murieron en los distritos de Mashad y Al Shaar, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que no precisó el origen de los aparatos.
Por otro lado, una menor murió por el impacto de cohetes lanzados por facciones islámicas contra los pueblos de Nubul y Al Zahrá, de mayoría chií y ubicados al norte de la urbe, dijo la ONG.
Dentro de la parte oriental de Alepo, la situación humanitaria es muy precaria ante la falta de alimentos, agua y medicinas para tratar a los heridos en hospitales.
El director del Hospital Quirúrgico Al Bayan, Mahmud Rahim Abu Bakr, detalló a Efe por teléfono que el equipamiento del que disponen es "muy antiguo".
No obstante, "tenemos tres quirófanos que trabajan todo el día", señaló este médico, que se quejó de que sufren escasez de todo tipo de medicamentos como paracetamol o aspirinas, y de material como estetoscopios, incubadoras o máquinas de rayos X.
"Hay muy poca anestesia y no disponemos de agua corriente en el hospital, dependemos de la que nos proporciona el Consejo Local de Alepo (administración opositora), que consigue agua de pozos que luego envía a los hospitales", subrayó.
Para evitar los cortes de electricidad, el centro sanitario depende, al igual que otros de la urbe, de generadores.
El Ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, retomó su ofensiva contra los opositores en Alepo el jueves pasado, días después de que acabara una tregua de una semana en todo el país.
Esta ciudad es la mayor del norte de Siria y fue objetivo de un ataque insurgente a finales de julio de 2012 y de otros posteriores que les permitieron a los rebeldes hacerse con la mitad este de la localidad.
Hace dos meses, las autoridades lograron cercar totalmente los distritos orientales tras tomar el control del camino de Castelo, al norte de Alepo y la única vía de suministros que quedaba abierta para esa parte de la población.
En agosto, los insurgentes consiguieron abrir por unas semanas una carretera alternativa para la entrada de abastecimientos por la zona de Al Ramusa, en el suroeste, pero el régimen se hizo con su dominio a principios de septiembre.
EFE