Los atentados del 11 de septiembre de 2001, de los cuales se cumplieron 20 años el sábado pasado, marcaron para siempre la geopolítica mundial y el alma de los Estados Unidos.
El Político
El país y buena parte del mundo ya no serían los mismos. La sensación de vulnerabilidad, de inseguridad, de una amenaza que erguía contra el mundo libre, el fin de una utopía de seguridad… todo cambió.
No solo casi cualquier adulto recuerda dónde estaba y qué hacía ese fatídico día, sino que modificó para siempre su percepción del mundo y conoció reinos de terror y atraso, antes inéditos. Así de impactante fueron esos aviones convertidos en proyectiles, que cayeron en Nueva York, Washington y Pennsylvania.
Los talibanes, Osama bin Laden, ISIS… todo lo que no significa occidente se abrió ante ojos atónitos, cambiando nuestra percepción geopolítica y la sensación de seguridad que para entonces lució más endeble. También se desataron demonios escondidos en el propio corazón del país: intereses egoístas, teóricos conspirativos, diversos extremismos, aunque hay que decirlo: la mayor parte del país experimentó la madurez del realismo de una etapa más adulta.
Jesús M. Rodríguez y Fernando Nunez-Noda (del podcast del305al310, en exclusiva para El Político) hacen un recorrido por estos 20 años. ¿Cómo se inició todo? ¿Qué cambió durante el intervalo en el Medio Oriente y en occidente? ¿Cómo estamos ahora y cómo vemos el futuro?
Preguntas que todos nos hacemos, pero que contestamos de formas distintas.