Nuevos arrestos de oficiales militares de alto rango muestran que el régimen de Nicolás Maduro está haciendo uso del atentado con drones para depurar a la Fuerza Armada Nacional, utilizándolo de excusa para encerrar en los calabozos a aquellos que considera desleales o peligrosos, dijeron expertos y militares retirados.
El Nuevo Herald
Maduro, quien cada vez siente menos confianza en la lealtad de los militares del país, también está utilizando el fallido atentado para cimentar el miedo en el país, dejando saber que todo opositor u oficial descontento pudiera ser acusado de terrorismo y conspiración.
“Van a provechar estos eventos para meter en este paquete a todos los que les son incómodos”, opinó desde Madrid el contralmirante venezolano retirado Carlos Molina Tamayo. “Ellos lo manejan todo, controlan totalmente los tribunales y pueden inventar cualquier caso contra cualquier persona”.
Los expertos dijeron que esta semana ya se vieron muestras con los arrestos de tres oficiales, dos generales y un coronel, acusados de haber participado en el complot para asesinar a Maduro a través de dos drones cargados con explosivos.
El atentado —ocurrido el pasado 4 de agosto durante un evento transmitido por televisión— descencadenó una ola de arrestos y acusaciones contra militares y dirigentes de la oposición.
Entre los acusados se encuentra el diputado opositor Juan Carlos Requesens, quien fue arrestado la semana pasada pese a poseer inmunidad parlamentaria para luego aparecer en un video en ropa interior manchada con excrementos, en lo que es visto como una clara manifestación de que fue torturado.
Y esta semana, el número de personas implicadas siguió aumentando con la detención de los tres oficiales de alto rango.
El régimen anunció el martes que el coronel Pedro Zambrano y el general Alejandro Pérez ya habían sido arrestados y presentados ante un tribunal sin brindar más detalles.
Adicionalmente, el general Héctor Hernández, fue detenido el lunes en un operativo que fue transmitido en las redes sociales por el propio oficial, quien anunció en un video que agentes del servicio militar de inteligencia (DGCIM) se habían presentado en su residencia para llevárselo bajo órdenes expresas de Maduro.
#URGENTE Hector Armando Hernandez Da Costa, General De Brigada, denuncia llegada advirtaria de la DGCIM a su vivienda.
Persiguen militares pic.twitter.com/kYqZadN7vk— Nixon Moreno (@NMorenolibertad) August 14, 2018
“Ha llegado la DGCIM sin ningún tipo de orden de allanamiento y me quieren obligar a la fuerza a que los acompañe. Me declaro inocente de cualquier situación que se me quiera atribuir de una manera perversa”, declaró el general en el video transmitido en las redes sociales.
Al menos 14 personas ya han sido arrestadas y otras 20 están siendo buscadas por las agencias de seguridad del régimen.
Algunos de los arrestados son personas que se han vuelto muy incómodas para el régimen, dijeron los expertos.
Esto incluye a algunos de los oficiales que están siendo detenidos, advirtió desde Miami, José Antonio Colina, un teniente retirado de la Guardia Nacional que preside la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX).
“Maduro tiene una lista, y tiene claro, a través de los servicios de inteligencia, quiénes son los oficiales que están a favor y quiénes son los oficiales que tiene en contra”.
La idea es sacar a los oficiales no incondicionales, arrestándolos o dejándolos sin puestos de mando, para ir llenando esos espacios con los generales que Maduro o su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, han estado ascendiendo, explicó Colina.
El elevado número de personas implicadas por el régimen también da a entender que existe la intensión de presentar ante los venezolanos la idea de que el complot era de gran tamaño.
Esto se está haciendo intencionalmente, explicó Molina Tamayo.
“Mientras más presos agarren, más hacen parecer que el tema de los drones se trató de un complot de gran magnitud, que no se trató de algunos muchachos que estaban allí, sino que allí también había militares y políticos de oposición”, dijo el contralmirante.
“Quieren hacer eso para crear un clima de terror y para escarmentar aún más a la población, en lo que acentúa el concepto de que Venezuela es hoy un país secuestrado y cada vez más hay terrorismo de estado”, explicó Molina Tamayo.
Al hacer esto, Maduro parece estar optando por preservar la lealtad de los militares a través de tácticas de intimidación, más que a través de la entrega de prebendas.
Pero la ola de arrestos está acentuando la incertidumbre y descontento dentro de los cuarteles.
“La Fuerza Armada Nacional ha entrado en una fase de gran inestabilidad”, comentó desde Caracas Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano que estudia el sector militar venezolano.
Esa etapa esta siendo alimentada por el uso cada vez mayor de “mecanismos de coerción sobre la Fuerza Armada”, incluyendo radiogramas coercitivos y los allanamientos que está realizando el DGCIM, agregó.
San Miguel agrega que Maduro está mostrando que desconfía cada vez más de sus militares, particularmente en la medida que estos comienzan a padecer, al igual que el resto de la población, del colapso económico que registra la nación.
La “prueba” más importante que faltó en la audiencia de Requesens
El ex ministro de Defensa, Vicente Luis Narváez Churión, coincidió en que el malestar militar es generalizado, particularmente entre las tropas y los oficiales que aún no han llegado a los rangos de generales.
“Hay un profundo descontento entre los cuadros medios [de oficiales]”, insistió.
Fuente: El Nuevo Herald