Detrás del proyecto de ampliación del Canal, la obra de construcción más grande hecha por los panameños en los 112 años de existencia de la República, quedó un cúmulo de experiencias y otros aspectos que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) consideraría para futuros megaproyectos.
Durante un foro organizado por la Fundación Ciudad del Saber y la Universidad Marítima Internacional de Panamá (UMIP) sobre la ampliación del Canal, el administrador Jorge Luis Quijano y su antecesor Alberto Alemán Zubieta evaluaron el proyecto. El foro fue inaugurado por Fernanda Billard, rectora encargada de la UMIP, y Jorge Arosemena, director ejecutivo de la Ciudad del Saber.
Quijano recordó que los planes para la expansión comenzaron en 1998 con los primeros estudios, aunque ya en 1993 se habían analizado los resultados de la Comisión Tripartita de Estudio de Alternativas al Canal.
Ante un auditorio de más de 500 personas, entre estudiantes de la UMIP, empresarios y público en general, Quijano reconoció que un próximo contrato para un proyecto similar debe establecer más aspectos relacionados con el contratista.
Por ejemplo, dijo que como condición se debería establecer que los miembros de un consorcio que compita en una licitación deben haber participado en una obra anteriormente.
El tercer juego de esclusas adjudicado a Grupo Unidos por el Canal (GUPC) en 2009 por $3 mil 118 millones estaba integrado por la española Sacyr, con 48% de las acciones; la italiana Salini Impregilo, con otro 48%; la belga Jan De Nul, con 3% y la panameña Constructora Urbana, S.A. (CUSA), con 1% de las acciones.
Pese a que Sacyr era la empresa líder del grupo, durante la construcción de la obra hubo diferencias internas que dilataron los trabajos y absorbieron tiempo. Â
También se exigiría, en el pliego de condiciones, que la empresa encargada del diseño sea parte del consorcio que participe en una licitación.
Aunque la ACP no prevé la construcción de un megaproyecto a corto plazo, ya constituyó un equipo de profesionales de la entidad para que comiencen a estudiar un eventual cuarto juego de esclusas.
La ampliación del Canal, que se planeó con un presupuesto de $5 mil 250 millones, consiste en un tercer carril para el paso de buques neopanamax que pueden llevar hasta tres veces la carga de un panamax.
La obra se terminó luego de casi nueve años de trabajos con la participación de unos 44 mil trabajadores.
OTROS ASPECTOS
El contrato para este tipo de proyectos debe incluir hasta los detalles para la inauguración, reflexionó Quijano, al señalar que fue difícil gestionar los permisos con el contratista para ingresar equipos e infraestructuras al área de la obra para la inauguración.
Incluso dijo que el sábado 25 de junio, un día antes de la ceremonia de inauguración, fue necesario retirar las banderas del contratista de varias partes de las esclusas para colocar la bandera nacional.
El administrador insistió en la necesidad de capacitar a técnicos porque en las últimas semanas GUPC requería de 500 electricistas para hacer las instalaciones eléctricas en las esclusas y como no había personal local fue necesario traer mano de obra extranjera.
Quijano, que el año pasado cumplió 40 años de servicios en el Canal, de los cuales casi cuatro ha ejercido como administrador, defendió el proyecto tal como se concluyó, ya que en algún momento se analizó hasta la posibilidad de colocar una sola compuerta entre cada cámara para bajar costos, pero la decisión final fue mantener dos, tal como se hizo para mayor seguridad.
Por otro lado, el exadministrador Alemán Zubieta, quien ejerció de 1996 a 2012, al exponer sobre el proceso de estudios, planificación y financiamiento del proyecto de ampliación reiteró que la licitación mediante la cual se escogió al contratista fue transparente, y la propuesta seleccionada fue la mejor.
Reconoció que como lección aprendida, es necesario explicar mejor a la ciudadanía el proceso de selección de contratista, por la experiencia ocurrida con Bechtel, que llegó de segundo en la licitación y cuya oferta era mil millones de dólares más cara. "Ciertamente que había muchas deficiencias en ese diseño que presentó Bechtel", dijo Alemán Zubieta.
Para el proyecto de tercer juego de esclusas se exigía que se presentara el diseño y construcción. La propuesta de Bechtel incluía compuertas mucho más pesadas y el diseño era diferente al que ofertó GUPC.
El exadministrador del Canal reiteró que ojalá el Canal deje de ser solo para pasar barcos y que se busquen los mecanismos para añadirle valor a las mercancías que llevan esos buques.
Tras concluir las exposiciones de Quijano y Alemán Zubieta, el exministro de Economía Guillermo Chapman y Rubén Lachman, de Intracorp, hicieron un análisis sobre el impacto de la ampliación del Canal.
Chapman dijo que el Canal ampliado es un gran logro para obtener otras ventajas para el país, como sacarle provecho a la posición geográfica y desarrollar un centro de redistribución de mercancías con valor agregado.
"Hay una tarea de gran envergadura que hacer para que este país aproveche esa inversión tan cuantiosa que se ha hecho con la ampliación del Canal", añadió Chapman.
Por su parte, Rodolfo Sabonge, vicerrector de Investigación, Postgrado y Extensión de la UMIP, se refirió a la perspectiva del comercio internacional, la industria marítima y la logística.
Sabonge mostró el desarrollo que han hecho los países vecinos para aprovechar la ampliación del Canal, al tiempo que reiteró la necesidad de ampliar la oferta portuaria y logística en el país.
Un criterio similar planteó el presidente de la Cámara Marítima de Panamá, Rommel Troetsch, sobre la necesidad de aumentar la cantidad de muelles en el lado pacífico de Panamá.
Con Información de: La Prensa