Con la recuperación de la economía mundial este año, se estima un aumento peligroso de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial. El más reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que podrían aumentar en 1.500 toneladas este 2021 debido a un mayor consumo de energía; impulsado especialmente por el consumo de carbón pesado en Asia y particularmente en China.
El Político
De concretarse el pronóstico, se trataría del segundo aumento anual de emisiones relacionadas con el consumo de energía en la historia. En ese sentido, el director de la AIE, Fatih Birol, dijo en un comunicado que se trata de "una advertencia terrible de que la recuperación económica de la crisis del COVID es actualmente cualquier cosa menos sostenible para nuestro clima".
Señaló que la situación exige a los gobiernos del mundo actuar rápidamente para comenzar a reducir las emisiones. "Es probable que enfrentemos una situación aún peor en 2022″, apuntó reseñado por CNN en español.
El grupo encendió las alarmas antes de la cumbre de dos días prevista para esta semana entre los 40 líderes mundiales convocada por el presidente Joe Biden. Las emisiones cayeron drásticamente el año pasado tras el confinamiento por la pandemia del COVID-19, pero los beneficios parecen tener corta duración.
Las estimaciones de la AIE apuntan a que la demanda mundial de energía aumentará 4,6% en 2021 y superará los niveles de 2019. Asimismo, el organismo espera que las emisiones relacionadas con la energía terminen el año justo por debajo de su nivel de 2019, revirtiendo el 80% de la disminución observada en 2020.
Aumento del uso de carbón
Una particular preocupación del organismo es el resurgimiento del uso de carbón; del que se espera que la demanda se acerque este año al pico de 2014.
Al menos el 50% de este aumento estaría representado por China; si bien el consumo en Estados Unidos y Europa también va en aumento. Sin embargo, se espera que en estos últimos se mantenga por debajo de los niveles previos a la crisis.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió a comienzos de semana a los países desarrollados eliminar gradualmente el uso del carbón para 2030. También instó a detener la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón.
En paralelo, se estima que la demanda de electricidad aumente con la mayor rapidez en más de una década. La buena noticia es que más de la mitad del suministro mundial proveendrá de fuentes renovables en 2021, impulsado en parte por la creciente producción de energía solar y eólica de China.
Las proyecciones de la AIE dependen de los avances de la pandemia y planes de vacunación; porque de reactivarse industrias como la turística la demanda de energía será aún mayor.