Ya hay un acuerdo para incrementar el techo de la deuda pública estadounidense. El presidente Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, concretaron un principio de acuerdo el sábado por la noche, esto como colofón luego de días de negociaciones de alto riesgo entre los emisarios de la Casa Blanca y miembros del del Partido Republicano.
El Político
El acuerdo eleva el límite de deuda durante dos años, refuerza los requisitos de trabajo en los programas federales de asistencia pública y recupera el gasto COVID no utilizado, entre otras disposiciones.
Un acuerdo que todavía no es
Quedan algunos aspectos por solucionar y que son claves antes de que Biden pueda firmar el acuerdo y evitar un impago antes de la fecha límite de la próxima semana, obstáculos que se están volviendo cada vez más empinados a medida que demócratas y republicanos expresan su preocupación por el incipiente acuerdo.
as dos partes se embarcaron en una tarea difícil: vender la legislación a sus respectivos partidos para que sea aprobada por el Congreso.
Los republicanos conservadores y los demócratas progresistas se apresuraron a expresar su preocupación por ciertos aspectos del acuerdo, y cada lado cree que su fracción ganó muy poco o concedió demasiado en las negociaciones.
Por los momentos hay algunos aspectos que deben ser tomados en cuenta:
El primero es estar claros en que el acuerdo elevará el techo de deuda después de las elecciones. Según una fuente familiarizada con las negociaciones, el acuerdo alcanzado entre Biden y McCarthy eleva el límite de la deuda durante dos años, no en una cantidad monetaria, aplazando cualquier futura batalla sobre el aumento del límite de endeudamiento hasta después de las elecciones presidenciales de 2024.
Lo segundo es que se mantendrán los niveles de gasto en defensa y se financiará íntegramente la asistencia sanitaria a los veteranos, al tiempo que se aumentará el apoyo al fondo de exposición tóxica de la Ley PACT en casi 15.000 millones de dólares para el año fiscal 2024.
El acuerdo Biden-McCarthy está estructurado como un acuerdo presupuestario de dos años y un aumento separado del techo de la deuda también por el mismo período de tiempo.
Dicho acuerdo es consistente con los presupuestos alcanzados en 2015, 2018 y 2019 que abordaron el límite de endeudamiento.
En donde hay coincidencias
Tanto Biden como McCarthy reconocieron que ninguna de las partes consiguió lo que quería en el acuerdo sobre el límite de deuda.
La duración de la subida supone una victoria para los demócratas, que buscaban evitar otro enfrentamiento por el límite de deuda antes de las elecciones del año que viene.
Además, garantizaron muchos programas que los republicanos pretendían recortar, como los créditos fiscales para proyectos de energía verde.
Pero los republicanos no sólo consiguieron que Biden se retractara de su exigencia de un techo de deuda "limpio", sino que lograron un acuerdo que recorta el gasto e implementa nuevos requisitos de trabajo en los programas de asistencia pública sin tener que aceptar ningún aumento de impuestos.
"No se consigue todo lo que todo el mundo quería, pero… en un gobierno dividido eso es lo que hay", dijo McCarthy.
Biden reconoció igualmente el sábado que "no todo el mundo" obtendrá lo que quiere como parte del compromiso, pero que el acuerdo protege las "prioridades clave y los logros legislativos" de los demócratas.
Y en donde hay diferencias
Como ninguna de las partes ha conseguido un acuerdo perfecto, los miembros de ambos partidos están reaccionando y no todos de muy buenas maneras.
La diputada demócrata Pramila Jayapal, presidenta del Grupo Progresista de la Cámara de Representantes, señaló el domingo en el programa "State of the Union" de la CNN que los demócratas opondrán resistencia a las disposiciones del proyecto de ley que refuerzan los requisitos laborales para los programas de asistencia pública.
"Somos uno de los únicos países del mundo, si no el único, que es un país industrializado que impone requisitos a la gente que sólo quiere comida. Eso es mala política."
El representante Ken Buck (R-Colo.) dijo poco después de que se anunciara el acuerdo que estaba "horrorizado por la rendición del techo de deuda. La conclusión es que Estados Unidos tendrá 35 billones de dólares de deuda en enero de 2025″.
Hay algunas alcabalas que atravesar aún para que el acuerdo sea un hecho. El principal es que ahora dicho acuerdo debe pasar de la Comisión de Reglamento de la Cámara y de ahí a una votación en el pleno de la Cámara, que se efectuará el miércoles 31, de acuerdo con la regla de la Cámara.
Pero el representante Chip Roy (republicano de Texas) dijo en un tuit que tratará de impedir que el proyecto de ley sea aprobado por la Cámara.
Y Russ Vought, presidente de Citizens for Renewing America (Ciudadanos por la Renovación de América), que desempeñó un papel decisivo en la estrategia de quienes se opusieron a la candidatura de McCarthy a la presidencia de la Cámara en enero, sugirió que tres de los 20 miembros que se opusieron a la candidatura de McCarthy a la presidencia de la Cámara podrían impedir que el proyecto de ley llegara al pleno.
Junto con Roy, otros dos detractores de McCarthy en la lucha por la presidencia -el representante Ralph Norman (republicano de Carolina del Sur) y el representante Thomas Massie (republicano de Kentucky)- forman parte del Comité de Normas de la Cámara.
Pero sólo los tres republicanos podrían bloquear la legislación si los cuatro demócratas del panel votaran en contra de la norma.
El papel a jugar del Senado demócrata
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, advirtió a los demócratas que la Cámara debe trabajar, y así lo hizo el fin de semana que acaba de concluir, para aprobar el proyecto de ley sobre el límite de deuda una vez que la Cámara lo apruebe.
Está previsto que el Senado vuelva a reunirse el martes tras el receso del Día de los Caídos.
"Cuando la Cámara de Representantes apruebe el proyecto de ley, propondré que el Senado inicie inmediatamente el examen del acuerdo", escribió Schumer en una carta a sus colegas demócratas.
Ese proceso, sin embargo, podría alargarse si los senadores utilizan herramientas procedimentales para alargar el proceso legislativo como forma de protestar contra el acuerdo.
La semana pasada, por ejemplo, el senador Mike Lee (republicano por Utah) amenazó con utilizar "todas las herramientas de procedimiento" posibles para ralentizar el examen por el Senado del proyecto de ley sobre el límite de la deuda en caso de que no incluya "reformas sustanciales en materia de gasto y presupuesto".
"Utilizaré todas las herramientas de procedimiento a mi disposición, ya que me temo que las cosas van en esa dirección. Si lo hacen, esa propuesta no se enfrentará a una navegación tranquila en el Senado", escribió Lee en Twitter.
La amenaza se produce mientras los legisladores se enfrentan a una fecha límite, el 5 de junio, después de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijera que esa es la fecha en la que Estados Unidos se quedará sin efectivo para pagar sus facturas.