La propuesta obtuvo 305 votos frente a 113 congresistas que votaron en contra de la medida, todos ellos del Partido Republicano
El Político
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para retirar del edificio del Capitolio Federal las estatuas del general Robert E. Lee y de otros líderes confederados, el bando sublevado de la Guerra Civil (1861-1865) que apoyaba la esclavitud.
La decisión llega cuando sectores del país continúan debatiendo sobre la injusticia racial tras la muerte de George Floyd mientras estaba bajo custodia de la policía de Minneapolis.
La legislación fue aprobada en la Cámara, dominada por los demócratas, con 305 votos a favor y 113 en contra de la medida, todos ellos del Partido Republicano, aunque 72 conservadores votaron con la bancada demócrata. Ahora pasará al Senado, de mayoría republicana.
La propuesta instruye a la oficina del arquitecto del Capitolio a identificar y eventualmente retirar del Salón Nacional de las Estatuas por lo menos 10 monumentos que honran a oficiales confederados, incluidos Lee, el general al mando del Ejército de los Estados Confederados, y Jefferson Davis, el presidente de los Estados Confederados.
Al retirarlas de la vista del público, las estatuas serían donadas a los museos gestionados por el Instituto Smithsoniano o devueltas a los estados que las donaron.
La decisión se da después de las que las protestas contra el racismo y la brutalidad policial forzaran un debate sobre el pasado colonial, esclavista y represivo de Estados Unidos y el resto del continente americano.
Opinión de los congresistas
Tres estatuas que honran a supremacistas blancos, incluida la del exvicepresidente John C. Calhoun, serían retiradas de manera inmediata. También entre los bustos a retirar está el del magistrado Roger B. Taney, autor del fallo en el caso Dred Scott de 1857 que declaró que los afroestadounidenses no podían ser ciudadanos.
"Imagínense lo que se siente como afroamericano saber que mis antepasados construyeron el Capitolio, pero aún así hay monumentos a las mismas personas que esclavizaron a mis antepasados", dijo la representante demócrata por California, Karen Bass, quien es miembro del Caucus negro del Congreso, citada por The Hill.
"Creo que es tan apropiado que hagamos esto también en honor al señor John Lewis”, dijo Bass en referencia al legislador fallecido recientemente, cuyo legado como líder de los derechos civiles fue reconocido días atrás. Lewis participó y resultó herido en la Marcha de Selma, Alabama, en 1965. También fue testigo del discurso de Martin Luther King Jr. en Washington, donde éste pronunció su famoso discurso “Tengo un sueño”.
“Corrijamos la división que existe hoy, no solo en este Congreso, sino en nuestro país. Si podemos unirnos en este, podremos hacer de este país, en un momento de disturbios civiles, un lugar mejor para todos”, aseguró el congresista republicano Rodney Davis, quien representa al distrito del que fue representante el presidente Abraham Lincoln, que salió victorioso de la contienda y abolió la esclavitud.
Símbolos dolorosos
La representante demócrata Barbara Lee llamó a las estatuas "símbolos dolorosos de intolerancia y racismo" y expresó que no hicieron "nada más que mantener la supremacía blanca al frente y en el centro en uno de los edificios más influyentes del mundo".
Según las reglas actuales de la colección, cada estado aporta dos estatuas y solo puede reemplazarlas si la legislatura y el gobernador del estado lo aceptan. El proyecto de ley aprobado el miércoles en la Cámara de Representantes requeriría que las estatuas de la Confederación se eliminen de la exhibición pública y se donen al museo Smithsonian o se devuelvan a los estados que las contribuyeron a la Colección del Salón Nacional de Estatuas.
El Partido Republicano se había negado a tomar medidas para eliminar las imágenes cuando tenían la mayoría, incluso en 2017 después de la violencia en un mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia.
"Si eliminamos los monumentos a cada persona en este edificio que alguna vez tomó una mala decisión, este sería un lugar muy árido", dijo el representante Tom McClintock, republicano por California.
Los legisladores carecen actualmente de la autoridad para eliminar unilateralmente las estatuas, pero pueden decidir dónde mostrarlas en el Capitolio.
Debate nacional
Las discusiones sobre brutalidad policial han desatado un debate sobre símbolos históricos de colonización, esclavitud y genocidio cultural, como estatuas de héroes confederados y de Cristóbal Colón.
Manifestantes en todo el país han atacado o derribado estatuas de generales de la Confederación, de fundadores de Estados Unidos con pasado esclavista, y de Cristóbal Colón, quien en 1492 pisó territorio americano y lo reclamó para la Corona de Castilla.
Estatuas de personajes confederados han sido o serán retiradas en Alabama, Arkansas, Delaware, Florida, Indiana, Kentucky, Luisiana, Minnesota, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Oklahoma, Virginia y Washington D.C.
Muchas compañías y universidades también han anunciado que estarán retirando artículos relacionados a la Confederación.
Las acciones iniciales contra los monumentos de soldados y generales del Sur se expandieron a otros personajes no relacionados con el período de la Guerra Civil de Estados Unidos de 1860 a 1865.
En Portland, Oregón, manifestantes derribaron una estatua del presidente George Washington y en San Francisco la del presidente Ulises S. Grant, quien comandó el ejército de la Unión en la Guerra Civil.
Decenas de manifestantes trataron sin éxito de derribar la estatua ecuestre del presidente Andrew Jackson, erigida en 1853 en un parque frente a la Casa Blanca, en Washington.
En junio, los manifestantes derribaron una estatua de Serra en San Francisco. Fray Junípero fue un misionero español en el siglo XVIII, en California, donde estableció misiones en como parte de los esfuerzos por convertir al cristianismo a los nativos americanos y de animarlos a asimilar la cultura europea.
A principios de julio, el presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva para garantizar la protección de todos los monumentos y estatuas en Estados Unidos.
Trump autorizó al gobierno federal a arrestar a cualquiera que vandalice o destruya un monumento, estatua o propiedad federal de ese tipo en Estados Unidos con hasta 10 años de prisión.
(Con información de ABC; Voz de América