El deporte ha dejado de ser una actividad evasiva frente a los problemas sociales y cobra más fuerza cada día como medio de denuncia frente a las injusticias.
El Político
Navid Afkari fue ahorcado pese a las protestas de organismos y personalidades de todo el planeta. De nada valieron las protestas del Comitè Olímpico Internacional, la Federación Internacional de Lucha o la organización de Derechos Humano de la ONU; así como la petición de distintas personalidades.
El régimen de Irán ejecutó mediante la horca a Navid Afkari, un campeón de lucha libre arrestado durante las principales protestas de Irán en 2018, a pesar de las campañas mundiales para detener su ejecución.
La ejecución de Navid ha sido ampliamente condenada por políticos de diferentes tendencias políticas, grupos de derechos humanos y organizaciones deportivas internacionales.
Rechazo mundial.
La campeona anti racista
El mismo día durante el US Open, la tenista Naomi Osaka ha llevado mascarilla con el nombre de una persona negra víctima de la violencia policial en Estados Unidos de América.
Está dejando un mensaje claro con sus tapabocas mientras compite en el Abierto de Estados Unidos de América (US Open): en cada partido usa una mascarilla que lleva impresa el nombre de una persona negra víctima del racismo o la violencia policial en USA.
Osaka empezó a utilizar estas mascarillas cuando comenzó el torneo.
Osaka, de madre nipona y padre haitiano, nació en Japón pero se ha criado en Florida y está siendo una de las voces más activas en el tenis. La semana pasada llegó a renunciar a las semifinales del torneo de Cincinnati (celebrado en Nueva York por la pandemia) en protesta por el tiroteo de Jacob Blake, aunque acabó jugando por la mediación de la WTA y la Federación USA. La número 9 del mundo saltó dos días después a la pista con una camiseta con el lema ‘Black Lives Matter’ enroscado en un puño en alto.
"Como mujer negra, siento que hay problemas más importantes que necesitan nuestra atención inmediata en lugar de verme jugar al tenis", explicó, sumándose a una huelga que empezó en la NBA y se extendió al resto del deporte norteamericano.
"No espero ningún cambio drástico, pero si puedo empezar la conversación en un deporte mayoritariamente blanco habrá sido un paso en la dirección correcta. Ver el genocidio continuado de la población negra a manos de la policía me pone enferma".
Antes del duelo contra su compatriota Misaki Doi, Osaka apareció con una mascarilla que lleva el nombre de Breonna Taylor. "Puede que alguien no conozca su historia y quizá así lo busquen en Google. Se trata de que la gente tenga conciencia", explicó después de su victoria en primera ronda.
Taylor murió en una redada antidroga en marzo. Tres agentes de paisano entraron en su casa de noche con una orden de registro sin aviso y su pareja, creyendo que era un robo, disparó hacia la puerta. Los agentes respondieron con más de veinte disparos a ciegas. Al menos cinco hirieron a Taylor, quien murió después de 20 minutos sin recibir asistencia médica. No tenía antecedentes ni se encontraron drogas en su casa.
En segunda ronda Naomi llevó el nombre de Elijah McClain, un joven de 23 años que murió en agosto de 2019 a manos de la policía. McClain fue a comprar debajo de casa y alguien llamó a la policía diciendo que tenía una actitud sospechosa. Los tres agentes que acudieron lo estrangularon con una técnica que luego fue prohibida. Murió camino al hospital. No iba armado ni había cometido ningún delito.
Osaka también ha lucido tapabocas con los nombres de Ahmaud Arbery, Trayvon Marton y George Floyd.
Williams permanece centrada en su persecución del 24º grande de su carrera, una marca con la que igualaría el récord absoluto de Margaret Court y que se le resiste desde el Open de Australia de 2017. Desde entonces ha perdido las cuatro finales de Grand Slam que ha jugado, incluidas las dos últimas del US Open. En 2019, contra Bianca Andreescu y en 2018, contra Naomi Osaka, que apunta a ser de nuevo su gran rival en 2020.
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