En 15 años el control de precios ha sido una de las medidas banderas del Gobierno sin resultados favorables. Hoy en medio de la hiperinflación estas medidas buscan espacio para atacar crisis de escasez y altos costos, pero una vez más la expectativa es a la baja.
Angely Infante/Panorama
En las últimas semanas, representantes del Gobierno y empresarios han trabajado para alcanzar un acuerdo y los anuncios siguen detenidos porque la tarea parece ser un “viacrucis”.
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Frente a un contexto inflacionario, y bajo las fallidas implementaciones en los controles de precios, a finales de 2013 el Gobierno comenzó a impulsar fiscalizaciones masivas. En 2016 también se dio con el apoyo de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) para equilibrar el mercado informal que revendía productos en medio de la crisis económica.
Al siguiente año, tras reconocer que “los sistemas de control de precios que hemos usado en el pasado se han agotado, no son efectivos, no son eficientes, no han sido eficaces”, el Presidente Nicolás Maduro propuso a la ANC una “Ley de Abastecimiento Soberano y Precios Acordados”.
Esta iniciativa del Gobierno, tampoco pudo enfrentar al bachaquerismo, ni bajar los precios de los rubros en los anaqueles; por el contrario se estimuló el mercado negro y los productos hoy en hiperinflación aumentan su valor “entre 2,8% y 3% diario”, según el diputado opositor y economista José
Guerra.
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